Un universo microscópico en el agua
Los lagos, las lagunas, los ríos y los mares constituyen indudablemente elementos atractivos en los paisajes; invitan a la práctica de deportes, a la recreación, a la meditación y la relajación. Aun en medio de las ciudades, los lagos resultan sitios recreativos por excelencia, visitados por miles de personas. Sin embargo, el microuniverso vivo que se esconde en el agua de estos ambientes permanece prácticamente desconocido para la mayor parte de los seres humanos. Pocos saben, por ejemplo, que el color verde de cualquiera de los lagos de Palermo, en Buenos Aires, se debe a que en el agua viven miles de millones de microalgas que conforman una comunidad llamada fitoplancton. Una sola gota observada al microscopio con una lente que permita su aumento en unas 400 veces revela un universo integrado por una enorme diversidad de diminutos organismos verdes que componen el fitoplancton, con formas sumamente variadas: esféricas, estrelladas, cilíndricas, ovaladas, con espinas, con estrías, con envoltorios transparentes y un sinfín de morfologías más, como se aprecia en microfotografías de diatomeas.
Una pequeña muestra de agua de cualquier laguna puede albergar cientos de especies diferentes de fitoplancton, cada una con sus particularidades, sus ciclos...
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