La filogenia frente a la justicia: ¿el fin del caso?

Se describe la culminación de un episodio (cuyas etapas iniciales ya se habían descrito en CIENCIA HOY) en el cual por primera vez en la historia judicial de los Estados Unidos, fue utilizada la filogenia del ADN de cepas del virus del SIDA, como evidencia para incriminar a un acusado de homicidio.

Se comenta aquí el final de un caso cuya parte inicial CIENCIA HOY relató en 1997. Richard J. Schmidt, médico de la ciudad de Lafayette en el estado de Louisiana de los Estados Unidos fue acusado de intento de homicidio porque habría infectado intencionalmente a su ex amante mediante una inyección contaminada con la sangre de un paciente enfermo de SIDA. Por primera vez en la historia judicial de los Estados Unidos fue utilizada como evidencia la filogenia del ADN de cepas del virus del SIDA. El viernes 23 de octubre de 1998, luego de deliberar cuatro horas, un jurado de Lafayette encontró al acusado culpable, y el miércoles 17 de febrero de 1999 fue sentenciado a 50 años de prisión. Con el juicio a Schmidt se abre la posibilidad de probar delitos que antes hubieran quedado impunes.

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Parece conveniente recordar a los lectores de CIENCIA HOY, los principales episodios que precedieron a los que se relatan aquí y que ya fueron descritos en la revista (43: 28-35, 1997). El asunto involucró a la enfermera Janice Trahan quien durante diez años mantuvo una relación sentimental con Richard J. Schmidt, un conocido gastroenterólogo de Lafayette en el estado de Louisiana de los Estados Unidos. En agosto de 1994 Janice decidió terminar esa relación. Unos días después recibió la visita de Schmidt (un hombre casado que vivía con su familia) quien insistió en aplicarle una inyección de vitaminas, tal como lo venia haciendo por años. En enero de 1995 Janice descubrió que era portadora del virus del SIDA (virus del HIV, el acrónimo de human inmunodeficiency virus). En marzo de 1995, acusó a Schmidt (que no es portador del virus) de infectaría contaminando deliberadamente el material que utilizó en la inyección con la sangre de Donald McClelland, el único paciente de Schmidt que era enfermo de SIDA.

No sólo es desusado el empleo de la sangre como arma, sino también la manera en que los fiscales trataron de probar el supuesto crimen. Utilizaron para ello el análisis filogenético del ADN de varias cepas del virus del SIDA. La filogenia es la historia evolutiva de la vida en general o de cualquier grupo de organismos que la componen (“Filogenia”). En el caso que nos ocupa, el análisis filogenético intentó dilucidar esta historia a partir del estudio del ADN viral de un grupo de cepas de HIV que incluía las que infectaban a Janice y a Donald. Se intentaba de ese modo probar que la cepa que infectó a Janice provino de Donald (es necesario recordar que la información genética del HIV está en su propio ARN, y que este se copia como ADN para incorporarse en la información genética de las células infectadas; ver CIENCIA HOY, 21: 41-43, 1992). Para comparar el ADN del virus que contaminó a Janice con el del paciente, se tomaron muestras de la sangre de ambos y de ADN viral de alrededor de 30 enfermos de SIDA del área de Lafayette seleccionados al azar.

Liliana Katinas

Liliana Katinas

Museo de La Plata
Jorge V. Crisci

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