Los árboles son afectados a nivel estructural y químico por distintos organismos que desarrollan su ciclo de vida en torno suyo, generando cambios permanentes en sus maderas. Los cambios en las maderas afectadas reflejan diferentes estrategias y mecanismos de uso y consumo de sus tejidos y estructura por una gran diversidad de organismos denominados saproxílicos, ya que dependen de estas para completar su ciclo de vida. Entre estos organismos se encuentran animales, hongos, protistas y bacterias que se asocian con árboles vivos, moribundos o muertos en interacciones directas e indirectas, con distintas funciones ecológicas que hacen a la dinámica de funcionamiento de los ecosistemas terrestres. Sus actividades quedan impresas sobre las maderas usadas y consumidas en forma de patrones específicos reconocibles morfológica, anatómica y químicamente, denominados patrones de biodeterioro, que también se preservan en troncos fósiles.
En la Argentina hay enormes depósitos sedimentarios que preservan troncos fósiles con patrones de biodeterioro cuyo estudio ha brindado información clave sobre la diversidad pasada de organismos, así como sobre los mecanismos mediante los cuales hongos, artrópodos y otros invertebrados se han relacionado con la flora arbórea en paleoecosistemas boscosos.
¿DE QUÉ SE TRATA?
La madera fósil nos informa sobre las...¿Desea continuar leyendo el articulo?
Suscríbase haciendo click en el siguiente botón: