Las bacterias resistentes, una guerra casi perdida

La creciente aparición de bacterias patógenas resistentes a los antibióticos y a otros agentes antimocrobianos se está convirtiendo en un grave problema de la salud pública, cuya solución requiere el conocimiento detallado de los distintos mecanismos que dan lugar a esa resistencia.

“No existe antimicrobiano para el que la bacteria no haya desarrollado resistencia.”
Watanabe, 1971

bacterias

Luego del descubrimiento de la penicilina y de otras drogas antibacterianas se creyó que finalmente, se había logrado desarrollar herramientas para vencer de modo definitivo a las bacterias causantes de enfermedades infecciosas. Esto fue una ilusión, ya que casi simultáneamente con el uso de los antibacterianos se constató la aparición de cepas microbianas resistentes a ellos. En ciertos casos, esta resistencia las volvió prácticamente invulnerables a algunos tipos de bacterias. La resistencia a las drogas constituye una grave amenaza para la salud humana. Para enfrentarla es necesario conocer a fondo cuáles son sus causas y que mecanismos están involucrados en su generación.

La aparición de bacterias con resistencia a antibióticos y otras drogas antimicrobianas fue, es y probablemente seguirá siendo uno de los grandes problemas de la medicina. Su causa es el mecanismo más básico de la evolución de los seres vivos: la mutación espontánea y la recombinación de los genes durante la reproducción, que al crear variabilidad permite que actúe la selección natural. Esto favorece el desarrollo de las variantes que mejor se adaptan al ambiente. Cuando las bacterias se desarrollan en medios que contiene una droga antibacteriana, sólo crecerán aquellas que por mutación adquirieron genes que confieren resistencia; mientras que no lo harán las que son sensibles a la droga. Este caso de selección natural hace que con el correr del tiempo todas las bacterias sean resistentes a la droga.

Entre los factores que favorecen la selección y la diseminación de genes que confieren resistencia, cabe mencionar:

· El uso indiscriminado de las drogas antibacterianas.

· La exposición de las bacterias a otros agentes capaces de seleccionar variedades resistentes. Un ejemplo es la exposición al mercurio, presente en algunos desinfectantes.

Edmar Chartone de Souza

Edmar Chartone de Souza

Departamento de Biología General Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil

Artículos relacionados