Desnutrici贸n y Dismorfismo Sexual

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En ni帽os de familias carenciadas se observan caracteres sexuales secundarios que se alejan de lo normal. Este art铆culo explica las causas de tal fen贸meno.

La desnutrici贸n, aun cuando act煤e por igual sobre ambos sexos, puede alterar la manifestaci贸n de algunos caracteres sexuales secundarios.

J.W.Goethe 1779 Determinaci贸n de la altura de reclutas
J.W.Goethe 1779 Determinaci贸n de la altura de reclutas

Las diferencias morfol贸gicas, fisiol贸gicas, bioqu铆micas y de comportamiento de machos y hembras se denominan, en su conjunto, dimorfismo sexual. Cuando los rasgos f铆sicos diferenciales, o rasgos dim贸rficos, est谩n directamente vinculados con la reproducci贸n como es el caso de test铆culos, ovarios, hormonas gonadales, etc. se los denomina caracteres sexuales primarios, mientras que otras notorias diferencias entre los sexos, los caracteres sexuales secundarios que se relacionan con el tama帽o corporal, el desarrollo muscular y esquel茅tico, la distribuci贸n del tejido adiposo subcut谩neo, etc. no est谩n ligados a la funci贸n reproductora (v茅ase recuadro "Herencia y caracteres sexuales primarios")

HERENCIA Y CARACTERES SEXUALES PRIMARIOS

Una diferencia gen茅tica muy im颅portante entre los organismos consiste en que sus c茅lulas pue颅den tener un solo conjunto de cromosomas (c茅lulas haploides) o dos copias de estos (c茅lulas di颅ploides). La mayor铆a de los orga颅nismos unicelulares son haploi颅des, mientras que la mayor铆a de los organismos multicelulares el hombre entre ellos son di颅ploides. As铆, en las c茅lulas de la especie humana encontramos 46 cromosomas, constituidos por 22 pares de autosomas y un par de cromosomas sexuales, que pueden ser de tipo X o de tipo Y. En la mujer, los cromosomas sexuales son XX; en el var贸n, XY. Durante la gametog茅nesis (formaci贸n de las gametas, que poseen un solo conjunto de cromosomas, o sea, son haploi颅des) las mujeres producen 贸vu颅los que llevan un cromosoma X; en cambio, en los hombres, la mitad de los espermatozoides tienen un cromosoma X y la otra mitad, un cromosoma Y (v茅ase "C贸mo se construye un organismo animal", CIENCIA HOY 31:10, 1995). La presencia de dos cromoso颅mas X en la mujer no significa que esta posea una dotaci贸n doble de genes activos con res颅pecto al var贸n, ya que, en los primeros estadios del desarro颅llo de un embri贸n femenino, uno de los cromosomas X se inactiva. En forma aleatoria, en ciertas c茅lulas es bloqueado el cromosoma X heredado del pa颅dre, mientras que en otras lo es el proveniente de la madre. La inactivaci贸n del cromosoma X en una c茅lula se transmite a su progenie, en la que el cromoso颅ma inactivo se puede observar al microscopio como un cuerpo denso denominado corp煤sculo de Barr. La inactivaci贸n del cro颅mosoma X en las mujeres hace que el 50% de sus c茅lulas tenga el cromosoma X de origen ma颅terno y el otro 50%, el de ori颅gen paterno, lo cual las iguala a los hombres en cuanto a su do颅taci贸n de genes. Sin embargo, la presencia de dos cromosomas X activos en los primeros estadios del desarrollo embrionario parece necesaria para una maduraci贸n normal, puesto que, en las ni帽as X0 aquellas que, por un defecto gen茅tico, no reciben los dos cromosomas X, los ovarios no se desarrollan normalmente y resultan est茅riles (es el denomi颅nado s铆ndrome de Turner). La pre颅sencia de un cromosoma Y hace que un embri贸n se diferencie como macho y se desarrollen test铆culos y no ovarios. Este he颅cho indica que deber铆an existir genes propios del sexo masculi颅no en el cromosoma Y, que no estar铆an presentes en el X.

Recientemente se ha identifica颅do un gen en el cromosoma Y denominado SRY que no tie颅ne su contrapartida hom贸loga en el cromosoma X ni en ningu颅no de los otros. En los mam铆fe颅ros, este gen est谩 presente en los machos pero no en las hem颅bras, y ha permanecido invaria颅ble durante el largo proceso evolutivo de los mam铆feros pla颅centarios. Una de las evidencias de que este gen incide en la de颅terminaci贸n sexual surgi贸 de los estudios realizados en indivi颅duos en los que no concuerdan el sexo gen茅tico y el fenot铆pico (sus caracter铆sticas f铆sicas). As铆, el gen SRY fue detectado en el genoma de algunos individuos XX con fenotipo masculino y no se hall贸 cuando el fenotipo era femenino pero la constitu颅ci贸n gen茅tica era XY.

Para que un embri贸n se diferen颅cie como de sexo masculino es no obstante necesaria, pero no suficiente, la presencia del gen SRY. El desarrollo testicular depender谩 de una serie de sucesos en los que interact煤an el gen SRY con genes autos贸micos y otros ligados al cromosoma X. En forma inversa, la ausencia del gen SRY permitir谩 el desarrollo de los ovarios mediante una se颅cuencia en la que participar铆an los mismos genes autos贸micos y del cromosoma X que actuar铆an en el macho. En este sentido, se comprob贸 que una asincron铆a en la interacci贸n de estos genes puede alterar el desarrollo em颅brionario de ratones, con la consiguiente aparici贸n de ova颅rios en individuos XY

Aunque la clasificaci贸n de los caracteres sexuales en primarios y secun颅darios es 煤til y parece inobjetable, existen situaciones en las que no resulta f谩cil establecer si se trata de unos u otros. Hace ya m谩s de un siglo, Darwin plante贸 este problema en The Descent of Man and Selectian in Relation to Sex, Londres, 1889, y lo resolvi贸 como era de esperar desde una perspectiva din谩mica: mientras los caracteres sexuales primarios serian producto de la selecci贸n natural, los secundarios resultar铆an de la selecci贸n sexual (v茅ase recuadro "Selecci贸n natural y selecci贸n sexual").

Decir que un car谩cter sexual es producto de la selecci贸n sexual puede parecer redundante, pero ocurre que existen rasgos dim贸rficos que no est谩n vinculados con la reproducci贸n. En esta categor铆a se ubican tanto los rasgas neutros como aquellos asociados con alguna actividad ajena a la reproducci贸n. Las diferencias de coloraci贸n existentes en ciertos animales que no pueden distinguir los colores, las varias formas relacionadas con el hermafroditismo y las diferencias de comportamiento de algunos invertebrados que no pueden desplazarse constituyen ejemplos de car谩cter sexual neutro. Sin embargo. este dimorfismo neutro debe integrar el conjunto de caracteres sexuales secundarios, porque todos, de una forma u otra, son seleccionados durante la evoluci贸n. La selecci贸n natural es tambi茅n responsable del polimorfismo sexual, o sea, las diferencias de caracteres secundarios en un mismo sexo. En estos casos act煤a la llamada selecci贸n diversificante, que incrementa la variabilidad de la poblaci贸n y favorece la aparici贸n de grupos de individuos de un mismo sexo con caracteres propios.

La concepci贸n darwiniana del dimorfismo sexual es producto de una paciente y rigurosa observaci贸n de la naturaleza; est谩 tambi茅n sorprendentemente cerca de la interpretaci贸n actual de este problema. En la 茅poca de Darwin ni siquiera se conoc铆an las leyes b谩sicas de la herencia, pues, a pesar de que contempor谩neamente viv铆a Mendel, los resultados de los experimentos de este s贸lo fueron ampliamente difundidos a principios del siglo XX, por lo que Darwin no los conoci贸.

SELECCI脫N NATURAL Y SELECCI脫N SEXUAL

Aunque el concepto de selecci贸n no haya perdido vigencia como forma de explicar la evoluci贸n, experiment贸 cambios importan颅tes desde su gestaci贸n darwiniana hasta el presente. El concepto transformista de selecci贸n consi颅deraba que un organismo sobrevive y, por lo tanto, deja descen颅dencia si tiene capacidad de adaptaci贸n. El concepto moderno se centra en la cantidad de descendencia dejada por un indi颅viduo, la cual ser谩 mayor en los organismos que mejor se adapten al medio.

Sin embargo, las dos posturas no ser铆an contrapuestas. Dar颅win imaginaba a la selecci贸n natural de la siguiente forma (op. cit. 1889): En la descendencia dejada por cada individuo aparecer谩n desviaciones en torno a la forrma central de un car谩cter, las cuales depender谩n de la variabilidad intr铆nseca de la especie. Seg煤n su funci贸n, estas desviaciones ser谩n perjudiciales, inocuas o beneficio颅sas para el organismo. En este 煤ltimo caso, el cambio asegurar谩 la reproducci贸n y, por lo tanto, incre颅mentar谩 la frecuencia de dichos rasgos en las generaciones subsi颅guientes. Como puede verse, el concepto de reproducci贸n dife颅rencial estaba impl铆cito en la idea darwiniana, aunque esto s贸lo pudo ser establecido por la teor铆a sint茅tica.

Actualmente se admite que la selecci贸n implica un cambio en la frecuencia relativa de genotipos (constituci贸n gen茅tica de una c茅lula u organismo), debido a diferencias de posibilidad de sus fenotipos (caracter铆sticas observables de una c茅lula u organismo) de ser representados en las generaciones subsiguientes. La selecci贸n sexual es una variante de la natural; fue ideada por Darwin para aclarar la dife颅rencia entre machos y hembras de una especie, que no pod铆a ser explicada por la selecci贸n natural. Si bien se tienen dudas sobre la importancia que Dar颅win asignaba a este proceso, en la actualidad la mayor parte de los bi贸logos lo aceptan. La diferencia entre la selecci贸n sexual y la seleci贸n natural radica en que, mientras esta act煤a sobre todos los miembros de una comunidad, la primera s贸lo lo hace sobre uno de los sexos.

Para que se produzca la selecci贸n sexual deben cumplirse algunos requisitos en la poblaci贸n. El m谩s importante es que haya una organizaci贸n social diferente de la de tipo parental un padre y una madre, con mayor proporci贸n de machos que de hembras o, en su defecto, que haya una clara condici贸n de poligamia (v茅ase recuadro "Di颅morfismo sexual y organizaci贸n social").

Darwin distingu铆a dos formas de selecci贸n sexual. En la primera, la selecci贸n se producirla como consecuencia de las luchas entre los machos por la posesi贸n de las hembras; en ella predominar铆an el tama帽o, el vigor f铆sico y la capacidad de ataque y defensa. En la segunda, la selecci贸n se realizar铆a al optar las hembras por los machos que les resultasen m谩s atractivos. En este caso tendr铆an predominancia los caracteres ornamentales, modalidad muy frecuente entre las aves.

Sin el auxilio de la gen茅tica era imposible saber la verdadera causa de la variaci贸n aleatoria y, por lo tanto, no se podian considerar los procesos de diferenciaci贸n el sexual incluido como producto de una interacci贸n gen茅ticoambiental. El fenotipo de cada individuo el conjunto de sus caracter铆sticas observables es producto de su herencia gen茅tica y de la acci贸n modificadora del ambiente. Hoy, esta acci贸n ambiental reside, por ejemplo, en el cambio de h谩bitos alimentarios, la contaminaci贸n creciente, malnutriciones de diverso tipo e intensidad y las situaciones de tensi贸n que encontramos en la sociedad moderna, cada vez m谩s competitiva y compleja. Si la medici贸n de un par谩metro corporal reflejara directamente la interacci贸n gen茅ticoambiental, se podr铆a evaluar la influencia de cada uno de los factores mencionados. Pero simples comparaciones estadisticas no permiten extraer conclusiones de ning煤n tipo; es necesario realizar otra clase de estudios. Entre las aproximaciones experimentales accesibles al investigador se cuentan las de gen茅tica cuantitativa, que pueden distinguir entre la influencia gen茅tica y la del ambiente. Tambi茅n cabe realizar experimentos, de tal forma que se analice el efecto particular de cada factor; las observaciones obtenidas se vuelcan luego a un modelo general. En resumen, podr铆amos afirmar que la concepci贸n evolutiva moderna permite concebir el dimorfismo sexual como un fen贸meno de poblaci贸n, resultante de una interacci贸n gen茅ticoambiental factible de ser estudiada sobre la base de comparar ciertos caracteres, observaciones que luego deben ser corroboradas en forma experimental.

Sabemos que la mayor铆a de los conceptos evolutivos b谩sicos son aplicables a los seres humanos, con la diferencia de que las poblaciones humanas transmiten tambi茅n patrones culturales de conducta. Tal transmisi贸n, que se realiza durante muchas generaciones, obedece a mecanismos diferentes de los de la herencia natural, pues los humanos, debido a los factores socioculturales, alteramos nuestro ambiente f铆sico y, en consecuencia, nuestros propios patrones evolutivos. En la adaptaci贸n humana no s贸lo intervienen factores del medio natural; se trata de un complejo proceso que nos lleva al concepto de gran ambiente. Es颅to implica considerar como factores del medio a un conjunto heterog茅neo de fen贸menos, desde pr谩cticas consagradas por la costumbre, que se remontan a la noche de los tiempos y que a煤n perviven hasta lo inveros铆mil, hasta complejas relaciones de la sociedad moderna que, en forma no menos inveros铆mil, justifican la existencia, en un mismo tiempo y lugar, tanto de la opulencia de los que pueden comer sin alimentarse pi茅nsese en nuestros mercados atiborrados de men煤s light y productos diet como de la miseria de los que deben alimentarse deficientemente por falta de recursos econ贸micos. Las condiciones socioecon贸micas adversas que soportan los segundos van configurando subpoblaciones sometidas a condiciones adaptativas propias de un ambiente nutricionalmente deficitario.

Estas subpoblaciones permanecen inmersas en la poblaci贸n mayor, pero sus caracteristicas se acent煤an mientras perdura la acci贸n nociva del medio y se trasladan por v铆a no gen茅tica a la descendencia. Un ni帽o que nace en un medio econ贸micamente pobre se ver谩 obligado a desarrollar h谩bitos y comportamientos que le permitan sobrevivir en ese medio adverso, h谩bitos que atentar谩n contra una educaci贸n eficiente y contra su normal aptitud para competir en la obtenci贸n de empleos y otros medios que, llegado a edad adulta, le permitirian mejorar su posici贸n. Por otro lado, una persona que nace en un ambiente de abundancia e hipernutrici贸n parece orientada a cuestiones de otro orden, como adoptar la 煤ltima moda en materia de regimenes diet茅ticos tan s贸lo para acceder o conservar una forma corporal acorde con los criterios est茅ticos de su tiempo y estrato social. Estas manifestaciones extremas de comportamiento social son producto de una divergencia progresiva de miembros de una misma sociedad, y podr铆an configurar un caso particular de evoluci贸n diversificante. Las curvas de crecimiento de varones y ni帽as pertenecientes a los llamados bolsones de pobreza no s贸lo evidencian valores m谩s bajos que los normales sino, tambi茅n, presentan una nueva relaci贸n de equilibrio entre los sexos. Aun en ambientes semejantes, la desnutrici贸n de los varones puede ser mayor que la de las mujeres.

Si se considera que los primeros son, por lo general, de mayor tama帽o, puede ocurrir una inhibici贸n o, a veces, hasta una inversi贸n del dimorfismo sexual secundario. Esto provoca que las ni帽as presenten mayor peso y estatura que los varones durante el desarrollo puberal, y que se observe un retraso en el desarrollo corporal de los varones, lo cual se advierte en las respectivas curvas de crecimiento. No todos los 贸rganos y tejidos responden por igual a la desnutrici贸n cr贸nica; resultan m谩s afectados aquellos de desarrollo lento y constante, mientras que los de crecimiento r谩pido presentan mayor resistencia al cambio.

DIMORFISMO SEXUAL Y ORGANIZACI脫N SOCIAL

Se han efectuado numerosos intentos de relacionar la diferenciaci贸n de caracteres sexuales secundarios con rasgos biol贸gicos (como un incremento en el tama帽o corporal) o con factores m谩s o menos complejos del medio (como la especializaci贸n alimentaria y las distintas formas de organizaci贸n social).

Puesto que, por lo menos, una parte de los caracteres secundarios est谩 sometida a selecci贸n sexual, es l贸gico suponer que las formas de organizaci贸n social relacionadas con la vida familiar cumplan una funci贸n importante si no decisiva en la diferenciaci贸n. Los primates, aunque no sean los 煤nicos animales que viven en sociedades complejas, muestran mayor variabilidad y diversidad que cualquier otro orden de mam铆feros. Esta flexibilidad permite asegurar su supervivencia en condi颅ciones ambientales fluctuantes, sobre todo si se tiene en cuenta la estrecha relaci贸n que existe entre los recursos alimentarios a disposici贸n de una poblaci贸n en un momento dado y su organizaci贸n familiar.

La distribuci贸n de los alimentos explica por qu茅, mientras algunas especies de primates son mon贸gamas, otras se organizan en grupos mayores y m谩s complejos. Cuando el alimento es abundante y est谩 homog茅neamente repartido, se originan sociedades mon贸gamas (familia parental). Por lo contrar铆o, cuando los recursos son escasos, impredecibles, y se encuentran en zonas discretas, las organizaciones sociales de mayor tama帽o que la familia parental constituyen la mejor estrategia de supervivencia.

La selecci贸n sexual s贸lo puede actuar sobre una organizaci贸n supraparental, con un escalonamiento progresivo que comprende a un grupo familiar formado por un macho y varias hembras (tropa polig铆nica), hasta la tropa poli谩ndrica o multimasculina, integrada por m谩s de un macho en edad reproductiva, pasando por un estado intermedio en el cual se encuentran conjuntos de machos estratificados por edad.

Un estudio realizado en monos americanos comprob贸 que la organizaci贸n social polig谩mica conduce al dimorfis颅mo sexual. Se analiz贸 el dimorfismo craneano sexual en varias especies de primates amaz贸nicos y se hall贸 que, en cinco especies monog谩micas, no hab铆a dimorfismo, mientras que en diez, organizadas en tropa polig谩mica, el dimorfismo craneano sexual era evidente.

Figura 1
Figura 1

El per铆metro del brazo, por ejemplo (Fig. 1), est谩 influenciado tanto por la cantidad de tejido 贸seo como de muscular y adiposo. Si se hacen las correcciones correspondientes, puede calcularse la influencia de cada uno de estos tres componentes en ni帽os normales y en desnutridos. Aunque la comparaci贸n directa de los valores de los per铆metros arroje cifras similares, puede suceder que exista mayor desarrollo muscular, combinado con menor acumulaci贸n adiposa, en ni帽os normales, mientras que los carenciados presenten menor desarrollo muscular y mayor reserva relativa de grasa; se trata, por lo tanto, de un movimiento compensatorio que permanece oculto.

Digura

La aseveraci贸n de que una deficiencia nutricional puede alterar las diferencias entre los caracteres sexuales secundarios o sea, desencadenar una inhibici贸n dim贸rfica puede resultar algo dif铆cil de entender, ya que la desnutrici贸n actuar铆a por igual sobre ambos sexos. Sin embargo, sabemos que, ante un factor adverso, las mujeres exhiben mayor resistencia que los varones a inhibir su crecimiento, y que se mantienen en lo posible dentro de sus respectivos canales de normalidad. Sometidos a las mismas condiciones de carencia, los varones muestran una disminuci贸n m谩s importante de peso corporal y cambios en su constituci贸n esquel茅tica, reserva adiposa y/o desarrollo muscular.

Veamos c贸mo la hip贸tesis anterior la mayor resistencia femenina a un cambio ambiental adverso pudo ser comprobada en la poblaci贸n carenciada de Villa IAPI (v茅ase CIENCIA HOY, 30:41, 1995). En la figura 2 se muestra un resumen de las observaciones realizadas, las que nos llevan a postular la existencia de dos tipos de patrones dim贸rficos, el temprano y el tard铆o.

Figura 2. Diferencias entre los sexos en ni帽os de 6 a 14 a帽os. Se representan los valores hallados para los varones en comparaci贸n con los de las mujeres, los cuales corresponden a la l铆nea que intersecta al eje de las ordenadas en O.
Figura 2. Diferencias entre los sexos en ni帽os de 6 a 14 a帽os. Se representan los valores hallados para los varones en comparaci贸n con los de las mujeres, los cuales corresponden a la l铆nea que intersecta al eje de las ordenadas en O.

En el patr贸n dim贸rfico temprano, la diferencia entre los sexos comienza a manifestarse en etapas prepuberales, como sucede, por ejemplo, con el per铆metro craneano y los pliegues subcut谩neos tricipital (medido en el m煤sculo tr铆ceps, en la parte posterior del brazo) y su颅bescapular (medido debajo del om贸plato). 颅Se observa que, mientras el per铆metro craneano es mayor en los varones que en las mujeres, los valores de los pliegues subcut谩neos est谩n significativamente disminuidos en los primeros.

El incremento de grasa subcut谩nea en las mujeres se explica por la necesidad de contar con un reserva energ茅tica para futuros embarazos. El patr贸n dim贸rfico tard铆o aparece en la etapa puberal; por ejemplo, a partir de los doce a帽os tanto el peso corporal como la longitud del tronco es menor en los varones que en las mujeres. Otras variables normalmente dim贸rficas, como la estatura total y el per铆metro del brazo, no presentaron dimorfismo sexual. El per铆metro craneal fue la 煤nica variable que, en Villa API, permaneci贸 normal, es decir, fue mayor en varones que en mujeres, indicio de que la masa encef谩lica no resultar铆a afectada por la desnutrici贸n cuando esta se instala despu茅s de la lactancia.

Figura 3 Efecto de la desnutrici贸n sobre el dimorfismo craneano en la rata. Craneos de machos (A) y hembras (B) normales y cr谩neos de machos (C) y hembras (D) desnutridas.
Figura 3 Efecto de la desnutrici贸n sobre el dimorfismo craneano en la rata. Craneos de machos (A) y hembras (B) normales y cr谩neos de machos (C) y hembras (D) desnutridas.

Se observ贸, adem谩s, que la estatura promedio era mayor en las mujeres que en los varones, y que no se produc铆a el cambio hacia el predominio masculino, como deber铆a haber ocurrido antes de los catorce a帽os. Con el prop贸sito de corroborar en forma experimental este tipo de observaciones, realizamos una serie de ensayos con animales. Preparamos dos lotes de ratas albinas de uno y otro sexo: uno para fines de control, que fue alimentado con una dieta normal, y otro que recibi贸 cantidades normales de una dieta pobre en prote铆nas (lote de ratas desnutridas). Despu茅s de cierto tiempo, observamos que el dimorfismo craneano sexual, normal entre animales del grupo control, fue inhibido significativamente en los animales desnutridos, lo cual corroboraba la diferencia entre sexos observada en el ser humano (Fig. 3).

En un trabajo posterior estudiamos el efecto de la castraci贸n de los machos sobre el dimorfismo craneano de las ratas, y observamos que este procedimiento produc铆a una inhibici贸n semejante al efecto de la desnutrici贸n (Fig. 4).

Figura 4 Efecto de la administraci贸n de testosterona en machos sobre el dimorfismo craneano sexual en ratas desnutridas
Figura 4 Efecto de la administraci贸n de testosterona en machos sobre el dimorfismo craneano sexual en ratas desnutridas

Administramos entonces testosterona la hormona masculina producida por los test铆culos a ratas macho desnutridas y encontramos que se correg铆a la inhibici贸n del dimorfismo producida por la malnutrici贸n. Estos resultados experimentales corroboran la hip贸tesis de que las alteraciones dim贸rficas observadas en los ni帽os de Villa IAPI sean la resultante de una disfunci贸n de las g贸nadas masculinas.

La 煤ltima etapa consisti贸 en estudiar el efecto de otro probable intermediario, la hormona de crecimiento (secretada por la hip贸fisis, gl谩ndula situada debajo del enc茅falo) sobre el dimorfismo producido por la malnutrici贸n. Comparamos ratas normales y desnutridas, machos y hembras, con administraci贸n de hormona de crecimiento y sin ella, y hallamos que, mientras el dimorfismo en normales no fue influido por la hormona, esta lo restituy贸 a sus valores normales en los animales desnutridos (Fig. 5).

Figura 5
Figura 5

Concluimos que, si bien la disfunci贸n gonadal masculina es responsable directa de la inhibici贸n del dimorfismo craneano producida por la desnutrici贸n, su efecto est谩 relacionado con la actividad de la hip贸fisis. El tema que hemos abordado no est谩 de ninguna manera agotado. En primer lugar, debe tenerse en cuenta que no s贸lo las carencias cal贸ricoproteicas afectan el crecimiento; deficiencias en elementos como calcio, zinc y f贸sforo y aun de algunas vitaminas pueden inhibir el desarrollo ps铆quico y corporal (v茅ase CIENCIA HOY, 3:14,1991).

En segundo lugar, existen factores socioculturales ligados a un tratamiento discriminatorio de los sexos que, por favorecer primordialmente a los varones en etapas tempranas de su crecimiento, tambi茅n conducen a una alteraci贸n del dimorfismo sexual. De todos modos, la evidencia experimental permite arriesgar una generalizaci贸n acerca de la din谩mica del dimorfismo sexual: si un hecho observado en el ser humano es experimentalmente corroborado en otro mam铆fero, existe funda颅mento biol贸gico para inferir la existencia de un modelo general de comportamiento v谩lido para todos los seres de, por lo menos, el mismo nivel taxon贸mico.

H茅ctor M. Pucciarelli

H茅ctor M. Pucciarelli

CENTRO DE INVESTIGACIONES EN GEN脡TICA B脕SICA Y APLICADA, F. DE CIENCIAS VETERINARIAS (UNLP)
Francisco R. Carnese

Francisco R. Carnese

INSTITUTO DE CIENCIAS ANTROPOL脫GICAS, FFyL (UBA)
Luis M. Guimarey

Luis M. Guimarey

UNIDAD DE ENDOCRINOLOGIA Y CRECIMIENTO, HOSPITAL DE NINOS S.S.M. LUDOVICA, LA PLATA