El valor de la investigación básica

¿Qué sentido tiene destinar dinero a investigar cuestiones cuya utilidad práctica no se vislumbra? La razón más poderosa es el interés en saber cómo es el mundo. La segunda razón es que el conocimiento, hasta el más inútil, a menudo termina generando aplicaciones tecnológicas.

Ricardo Roque Carpani, Martín Fierro, 1988.  Acrílico sobre tela, 150x200cm.
Ricardo Roque Carpani, Martín Fierro, 1988. Acrílico sobre tela, 150x200cm.

Este trabajo examina la con frecuencia difícil relación entre investigación básica y aplicada, con especial énfasis en la actitud de algunos gobiernos de inclinar sucesivamente la balanza por una o por otra. En estos momentos, los gobiernos de todo el mundo parecen estar convencidos de que poner el énfasis en la investigación aplicada conducirá a la creación de riqueza para sus países. Con ello están desvalorizando las muchas y muy reales contribuciones de la investigación básica a ese mismo fin. La mayoría de los científicos cree que la mejor manera de acrecentar la capacidad de una nación es crear una fuerte cultura de investigación aplicada apoyada en una investigación básica vigorosa y dinámica. Es nuestra tarea convencer a los gobiernos y a quienes formulan las políticas científicas de que este es realmente el caso. En lo que sigue tomaré preferentemente ejemplos de la medicina, ya que la gente (incluso los políticos) dan especial valor a las aplicaciones médicas.

¿Qué es investigación básica?

Hace poco la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) definió a la investigación básica como aquella que se realiza principalmente para conocer los fundamentos de los fenómenos sin atender a aplicaciones particulares. Es decir, la definió como investigación generada por la curiosidad (curiosity-driven research).

Cris dos Remedios

Cris dos Remedios

Institute for Biomedical Research, University of Sydney

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