Guía Práctica para comprar su primer telescopio

¿Ha llegado el momento de comprar un telescopio? Lea esta guía antes de decidirse a hacerlo…

Un telescopio, como un equipo de pesca, puede permitirle capturar momentos inolvidables, pero también puede terminar olvidado en el fondo de un placard. Antes de dar su tarjeta de crédito a un vendedor demasiado entusiasta, considere cuáles son sus necesidades y motivación. El objetivo de esta Guía es ayudarlo a definir el instrumento más adecuado para su presupuesto y circunstancias.

El primer consejo que suelo dar a quienes desean tomar el hobby de la Astronomía y me preguntan qué tipo de telescopio comprar es este: en principio, ninguno. En realidad, usted ya tiene un instrumento que le permitirá explorar algunos lugares realmente fantásticos de nuestro rincón del Cosmos. Al alcance de sus propios ojos está la Luna, todo un mundo extraterrestre increiblemente antiguo y apenas explorado; o la Vía Láctea, un conglomerado de miles de millones de estrellas cruzando el cielo de horizonte a horizonte. También hay constelaciones, figuras imaginarias recreadas por nuestros ancestros y que nos cuentan deliciosas historias; planetas que serpentean por el Zodíaco; estrellas fugaces que caen en una eterna llovizna sobre nuestro planeta, y mucho más. En las buenas librerías encontrará mapas del cielo y libros que le enseñarán a ubicar las constelaciones y los objetos celestes que en ellas se encuentran.

Una excelente y relativamente económica alternativa es un buen par de largavistas. Casi cualquier modelo le permitirá resolver la Vía Láctea en un sinfín de estrellas, o la superficie de la Luna en un universo de cráteres. Y si la geología lunar no es su fuerte, más allá están los cúmulos estelares en apiñados racimos, entre otras maravillas.

Los binoculares vienen en modelos de distintos aumentos y diámetros de sus lentes. Por ejemplo, con un par de 7×50 obtendrá siete aumentos a través de lentes de 50mm de diámetro. A menudo, los astrónomos prefieren diámetros generosos y no muchos aumentos, con el fin de obtener imágenes brillantes y un campo visual amplio. Sin embargo, los largavistas de 70mm o más tienden a ser caros y requieren el uso de un trípode o punto de apoyo para ganar estabilidad. Diámetros entre 40 y 70mm pueden ser apropiados en la mayoría de los casos. La calidad de la óptica puede influir notablemente en el precio, de modo que camine un poco o busque en catálogos antes de decidir por un determinado modelo. Si puede probarlos, fuese que las imágenes aparezcan claras y definidas, sin halos de colores a su alrededor. Pero si ha decidido que realmente ha llegado el momento de comprar un telescopio, el próximo paso es explorar las diferentes alternativas y analizar cómo se pueden adecuar a sus necesidades particulares.

ANATOMÍA DE UN TELESCOPIO REFLECTOR

Mucha gente imagina un telescopio como un tubo con una lente en cada punta y un barbado señor adosado a una de ellas. A este tipo (de telescopios) se lo conoce como refractar, del que trataremos luego. Los aficionados conocedores prefieren, por su menor costo relativo, los telescopios reflectores, los cuales tienen un par de espejos acomodados dentro del tubo que cumplen la misma función que las lentes: recoger tanta luz estelar como se pueda y conducirla hasta el ojo del observador (la barba, naturalmente, no es imprescindible). Los reflectores vienen en distintos modelos, de acuerdo con la configuración de sus elementos ópticos. Los más comunes son conocidos como newtoniano y cassegrain. En ambos casos, la luz estelar entra por el tubo del telescopio, se refleja en un espejo cóncavo -el objetivo-, y se concentra en un foco frente a él. Por razones prácticas, antes de llegar al foco, el haz de luz es desviado mediante un espejo secundario. En el modelo newtoniano, este es un espejo plano que desvía la luz hacia un costado del tubo donde se coloca el ocular (Figura 1). En el caso de los modelos cassegrain, el espejo secundario dirige la luz hacia un orificio en el centro del espejo primario, donde se halla el ocular (Figura 2). La función del ocular es aumentar la minúscula imagen que se forma en el foco del espejo primario.

Arriba: Fig. 1. Corte transversal de un telescopio newtoniano, que muestra los elementos ópticos y el camino de dos rayos de luz en su interior. Abajo: Fig. 2. Corte transversal de un telescopio Cassegrain Arriba: Fig. 1. Corte transversal de un telescopio newtoniano, que muestra los elementos ópticos y el camino de dos rayos de luz en su interior. Abajo: Fig. 2. Corte transversal de un telescopio Cassegrain

En el objetivo se acumula la luz estelar, por lo tanto, a mayor diámetro del objetivo, mayor capacidad de recolección de luz, por lo que los astrónomos siempre buscan aperturas mayores. Pero este es también el principal factor que influye en el costo de un telescopio. Los aficionados típicamente compran telescopios reflectores de 10 a 30cm de diámetro, aunque no son pocos los que acceden a instrumentos de 40 y 50cm. Tenga en cuenta que uno de 30cm puede costar tres a cuatro veces más que uno de 15cm del mismo modelo. Luego veremos qué tamaño es el más adecuado para sus necesidades. El ocular, usualmente intercambiable, confiere los “aumentos” al telescopio. No crea al vendedor que asevera que un telescopio es excelente porque tiene una magnificación de 500 aumentos. De hecho, tantos aumentos producen una imagen pobre, de poco contraste y que “baila” debido a la turbulencia atmosférica, la cual también resulta magnificada. Los oculares se miden en milímetros, y los aumentos dependen de la distancia focal de su telescopio. Por ejemplo, si tiene un telescopio de 1500mm de distancia focal y un ocular de 10mm, el número de aumentos será 1500/10 = 150. La Tabla 1 muestra los aumentos mínimos y máximos recomendables para distintas aperturas. Es recomendable tener al menos dos o tres oculares de distintas distancias focales. La experiencia y el cielo del lugar le indicarán qué es lo que más conviene, pero no deje de tener siempre a mano uno “largo”, con el que obtendrá un campo visual amplio, nítido y brillante. Son accesorios relativamente baratos. Si el telescopio tiene más de 10cm de diámetro necesitará, además, un pequeño catalejo adosado y paralelo al tubo principal. El buscador permite ubicar con más facilidad el objeto en un campo de visión mucho más amplio. Mirando a través de él verá un hilo en cruz que permite centrar las estrellas en el campo visual.

UN TELESCOPIO PARA CADA NECESIDAD

Quiero saber si me gusta, y también introducir a mis hijos en el tema, pero no estoy seguro de que ellos o yo vayamos a mantener el hobby por mucho tiempo. No quiero gastar más de 500 pesos.

Si el telescopio es para un niño, en buenas jugueterías encontrará telescopios de juguete, con lentes de plástico. Aunque la calidad sea pobre, su inversión posiblemente no excederá los 50 pesos y podrá ver si el niño lo cuida, y si merece pasar hacia modelos mayores. Si es para usted, busque un newtoniano de hasta 10cm o algún reflector de mesa de bajo costo. Un refractor de hasta 8cm puede ser una alternativa aceptable, aunque los mejores refractores pueden ser caros.

Es mi primer telescopio y vivo en una gran ciudad. No viajo mucho, pero he decidido probar seriamente el hobby.

Un newtoniano de 10 a 15cm con montura dobsoniana o un trípode sencillo puede ser su mejor opción. En una ciudad muy iluminada, no vale la pena invertir en telescopios de gran apertura. Tenga un par de oculares largos con poca a moderada magnificación.

Me gustaría poner el telescopio en el auto y salir al campo. También me gusta tomar fotos del cielo y ya he dado algunos pasos en la práctica amateur.

Posiblemente le convenga un Schmidt-Cassegrain. Estos son reflectores de muy corta distancia focal con los que se obtienen imágenes brillantes; son muy populares para astro-fotografía. Según su disponibilidad de fondos puede optar por modelos de hasta 30cm con montura ecuatorial.

Además de observar las estrellas, me gusta mirar aves y paisajes distantes. Necesito un telescopio que pueda poner en la mochila o acomodar en un espacio pequeño.

Observar la Tierra más allá de la mesa del café puede ser tan gratificante como mirar el cielo. En tal caso, opte por un Maksutov-Cassegrain u otros modelos de telescopios compactos de 9 a 11cm o incluso por un buen par de largavistas de entre 50 y 90mm (¡y pocos aumentos!).

Vivo en una zona con escasa iluminación, tengo experiencia en el hobby y quiero invertir en un instrumento avanzado o semiprofesional.

Si su dinero abunda tanto como su entusiasmo, encontrará todo un mundo de posibilidades. Una buena opción para un telescopio mediano y permanente es un Schmidt-Cassegrain de 25 a 40cm, con montura ecuatorial en forma de horqueta u horizontal computarizado. La base de la montura, si va a ser fija, elíjala, o incluso constrúyala en forma de pilar, para que no interfiera con sus pies y, especialmente, con los de sus visitantes. Uno de los accesorios más usados en este tipo de instrumentos es la cámara CCD, algunas de las cuales tienen precios a la medida de los aficionados. Se trata de un detector de luz electrónico que le permite obtener “imágenes digitales” de los objetos celestes, por lo que también necesitará acceso a una computadora con el software apropiado. Hasta no hace mucho eran de uso exclusivamente profesional, pero ya hay aficionados que poseen estos “chiches” tecnológicos.

MONTURAS

Al igual que un gaucho con su caballo, el astrónomo no puede cabalgar los cielos confortablemente si su telescopio no tiene la montura adecuada. Naturalmente, también es posible “andar en pelo”, es decir, sin montura alguna. En telescopios sencillos, la montura es a menudo un simple trípode, pero en general las hay de dos clases: horizontal –o azimutal- y ecuatoriaL La primera permite que el telescopio se mueva horizontal y verticalmente, mientras que la segunda admite movimientos alineados con el ecuador y los meridianos celestes. La montura horizontal es usualmente más económica, pero con ella no se pueden realizar observaciones prolongadas, ya que el movimiento de rotación de la Tierra sacará al objeto del campo de visión. Por supuesto, hay telescopios sofisticados -más caros-, que tienen adosada una computadora para mover la montura horizontal en forma apropiada. Un tipo de montura horizontal que ha ganado popularidad reciente en los Estados Unidos y en otros países es la denominada dobsoniana.

Reflector newtoniano con montura dobsoniana.
Reflector newtoniano con montura dobsoniana.

Muchos aficionados encuentran conveniente su gran estabilidad y simple diseño, lo cual permite acceder a mayores diámetros sin pagar fortunas. Se trata de una especie de horqueta en una base baja, de modo que sólo se usan en telescopios newtonianos. La montura ecuatorial permite compensar el movimiento diurno de las estrellas en un solo movimiento, el cual a menudo es realizado por un pequeño motor. Es recomendable para telescopios mayores o para ser utilizada por aficionados muy activos, ya que se pueden fotografiar los astros. En ambos modelos de monturas encontrará variantes tales como trípode, horqueta, con pilar, etc. Las del estilo trípode suelen ser las más económicas y fáciles de manipular para quienes deban transportar su telescopio. Algunos pocos modelos, en aperturas pequeñas, tienen bases compactas que permiten apoyarlos en una mesa, lo cual elimina cualquier problema de espacio.

CUÁNTO CUESTA

Los precios de los telescopios fluctúan según la marca, calidad del material, tipo de montura y accesorios. La industria manufacturera local en este ramo es casi nula, aunque quizás encuentre ensamblados de piezas importadas, como se hace en el mundo de la computación, e incluso aficionados que venden telescopios “artesanales”. Para orientarlo en la parte más angustiosa de toda compra, he listado los precios aproximados de diferentes configuraciones, publicadas o proporcionadas por representantes de empresas del ramo (véase la Tabla 2). Debido a lo anteriormente dicho, es probable que encuentre variaciones de hasta un factor de dos sobre estos valores. En general, si el instrumento vale mucho menos que la mitad de lo que figura en esta lista, es probable que sea de inferior calidad; si es mucho más del doble, desconfíe del precio o pregunte qué accesorios incluye para justificar el costo. Tampoco es sencillo aconsejarle cómo encarar la compra. Una buena idea es que fije su propio presupuesto y decida qué configuración básica le conviene para su caso particular (véase el recuadro “Un telescopio para cada necesidad”). Habiendo tomado esta decisión, explore precios y vea qué accesorios puede incluir que estén dentro de su presupuesto y que resulten útiles. Ante la duda, anote toda la información y visite un club de aficionados de su zona (véase el recuadro “Recursos astronómicos”).

TELESCOPIOS REFRACTORES

Los telescopios refractores constan de un tubo en cuyo frente hay una lente llamada objetivo y en el extremo opuesto hay un ocular, que es por donde uno mira. Como las caras de una lente no pueden ser pulidas con tanta curvatura como la superficie de un espejo, los refractores tienden a tener el foco más lejos y, por ende, tubos más largos que los reflectores del mismo diámetro. Además, a diferencia de los espejos en que la luz no atraviesa el vidrio, las lentes deben ser lo más perfectas posibles y tener todas sus superficies pulidas. Aunque, por todo lo antedicho, los telescopios refractores son más caros que los reflectores (véase la Tabla 3), también debemos reconocerles las siguientes ventajas:

· Hay modelos de menos de 10cm de diámetro, y pueden encontrarse algunos muy baratos -pero rudimentarios y con lentes de plástico-. Pueden servir para que un niño comience a explorar su interés en la Astronomía.
· Los buenos refractores proporcionan imágenes estelares más “redondas”, ya que no usan espejo secundario ni sufren de ciertas deformaciones de la imagen, como ocurre en algunos reflectores de pobre calidad.
· Son elegantes (si todo lo que quiere es tenerlo en el living).

Entre las desventajas, podemos señalar:

· Son más costosos y delicados en tamaños de 10cm o más. Hay más fluctuación en sus precios, debido a diferentes calidades ópticas y tipos de monturas.
· Suelen sufrir de aberración cromática, lo cual se traduce en la presencia de anillos de colores artificiales alrededor de las estrellas. Instrumentos corregidos por estos defectos son aún más caros.

TELESCOPIOS CASEROS

Acaso se haya preguntado alguna vez si será difícil construir su propio telescopio. La respuesta es si, bastante, pero posible. De hecho, un respetable número de aficionados arma sus propios aparatos.

Hay dos formas de encarar esta empresa. La primera es comprar los elementos ópticos y armar el tubo y la montura, lo cual es más sencillo. Y la segunda consiste en armar todo el telescopio con sus propias manos. El pulido de espejos, sin embargo, requiere una capacitación previa tanto en temas de óptica como en las técnicas de pulido y medición de la superficie, así como mucha paciencia y perseverencia. Si le interesa el desafío, visite un club de aficionados donde tengan taller de óptica y converse con algún experto. Hay también libros y hasta algunas páginas en Internet dedicadas a este aspecto de la astronomía amateur.

ACCESORIOS

Una vez que disponga de su telescopio, considere agregar de a poco algunos accesorios, de acuerdo con sus necesidades:

· cartas celestes (y, por supuesto, la Guía del Cielo Nocturno que aparece regularmente en CIENCIA HOY);

· oculares extra y una extensión acodada para el ocular;

· filtros de distintos colores y/o lentes correctoras;

· motor de declinación;

· cámara CCD (dispositivo electrónico que permite obtener imágenes con mayor fidelidad que la fotografía tradicional. En otros tiempos dominio exclusivo de los profesionales. Hoy es más accesible, aunque requiere que el aficionado tenga una computadora);

· adaptador para la cámara fotográfica y/o la batería;

· catalejo buscador;

· linterna cubierta con celofán rojo;

· bufanda, taza de café con motivo astronómico, medialunas, y muchos otros elementos prácticos, útiles aunque no siempre imprescindibles.

Es preciso también mencionar el problema de la ubicación. Los telescopios más pequeños son fácilmente transportables, incluso del placard al patio, pero los más grandes pueden necesitar una ubicación permanente o que requiera mínima movilidad para evitar daños. Considere si deberá hacer arreglos en su casa o lugar de observación, ya que ello influirá en el costo. Por ejemplo, si tiene un telescopio de 40cm en una zona relativamente iluminada, puede ser recomendable ubicarlo en una habitación con techo corredizo o cúpula, lo cual le permitirá tenerlo en un lugar fijo y seguro.

CONSEJOS FINALES

Antes, durante o después de su compra, considere seriamente integrarse a un club de aficionados (véase el recuadro “Recursos Astronómicos”). Allí descubrirá gente que atraviesa sus mismas dificultades y que le aportará más que útiles consejos e ideas. Encontrará oídos dispuestos a escuchar con desmedido interés sus pequeños y grandes logros. Y como si esto fuera poco, hará excelentes amigos.

Agradecimiento:
Los comentarios y datos aportados por César Brollo han sido sumamente útiles para esta nota.

Nota elaborada por Pedro Saizar, Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Río Grande.

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