Eritrea es un pequeño país del noreste de África, al que casi todos los rankings ubican entre los tres más pobres del mundo. El noruego Morten Jerven, estudioso del África subsahariana, reporta que Eritrea hace treinta años que no tiene un censo. Eritrea es como un hipertenso severo que no puede medirse la presión, que no puede consultar a un médico.
La medición estándar de la pobreza depende de la implementación periódica de un sistema de encuestas, que excede las posibilidades de un país paupérrimo como Eritrea. Y aún lejos de la situación extrema de países como los del África subsahariana, los costos de la medición oficial de la pobreza en países de desarrollo intermedio, como la Argentina, hacen que las cifras disponibles no logren captar con precisión las áreas rurales, los barrios marginales o ciertos grupos de interés (como los pueblos originarios o los jóvenes), particularmente afectados por el azote de la privación.
Advertencia: los editores hemos decidido no traducir los términos big data, machine learning, small data y big o new data porque la experiencia nos ha enseñado que estos términos entrarán en el lenguaje popular muy rápidamente, si no lo hicieron ya, y su traducción haría la lectura más... ¿Desea continuar leyendo el articulo? Suscríbase haciendo click en el siguiente botón: