Inicio Volumen 30 Número 180 Los cefalópodos y su genealogía imaginaria: del emblema minoico al monstruoso Kraken

Los cefalópodos y su genealogía imaginaria: del emblema minoico al monstruoso Kraken

Los cefalópodos forman parte de nuestro imaginario desde tiempos muy antiguos. Su presencia cotidiana en nuestras vidas, en nuestro arte, en nuestra dieta, invita a preguntarnos cómo han evolucionado nuestras percepciones sobre ellos. Veremos que pasaron por momentos de reverencia, de trivialidad, de olvido y de fascinación, y cada uno de ellos nos permite reconstruir su genealogía imaginaria.

Su aparición en la historia se la debemos, naturalmente, a aquellas civilizaciones que más cercano y propio sentían el ecosistema marítimo. El encanto suscitado por las criaturas que emergían de las profundidades inspiraba testimonios que, con un grado mayor o menor de fidelidad o fantasía, configuraban un imaginario. En lo que al mundo occidental respecta, las primeras representaciones de cefalópodos se remontan a la talasocracia minoica, entre el cuarto y el segundo milenio antes de nuestra era, el período más temprano de la civilización griega hasta donde los registros nos permiten discernir.

Es de esperar que los griegos conocieran tan bien a pulpos y calamares, pues la pesca, en cuanto una de las actividades económicas básicas de los marinos del Mediterráneo, el Jónico o el Egeo, los ponía en contacto regular con estos animales. Así lo indica un mosaico encontrado en la isla de...

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Doctor en historia, Université Paris-Sorbonne y UBA. Profesor adjunto, UNIPE. Investigador asistente, Conicet.