Cartas de lectores

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¿Ciencia normal, revolución científica o revolución permanente del conocimiento?
La interesante gragea de Alejandro Curino ‘Cuán grande es nuestro pecado’, publicada en el número 164 de marzo-abril pasado, explica que el gen humano FOXP2 pasó, en pocas décadas, sucesivamente de ser considerado causa única o principal de una actividad tan compleja como el habla, a ser desestimado en cuanto a esa función y, por último, a serle nuevamente vistas influencias sobre la capacidad del lenguaje, pero como parte de las intrincadas redes de genes que todos poseemos. Esto lleva a pensar que la distinción kuhniana entre ciencia normal y revolución científica no está reflejando adecuadamente cómo avanza hoy el conocimiento, especialmente cuando procura abordar lo complejo. Quizá tendríamos que pensar en términos de una revolución permanente del saber. Darwin parece haber tenido la intuición de lo anterior con su juicio sobre la magnitud de nuestro pecado si explicáramos la miseria de los pobres solo por las leyes de la naturaleza. Felicitaciones por la continuada calidad de la revista.
Jorge Hintze
Asociación Civil Tecnología para la Organización Pública, Santa Fe


Terminología científica y lenguaje culto
Como suscriptor y lector de la revista Ciencia Hoy desde su inicio en 1989, aprecio la preocupación de esta publicación altamente encomiable por el uso del idioma, y los argumentos en favor de emplear amperio, voltio, vatio, ohmio en vez de ampere, volt, watt, ohm, expuestos en el número 164 como respuesta a una carta de lector. Cabría preguntarse si entonces sería también recomendable usar el término ‘pascalio’ en vez de pascal y otras formas similares. En esta línea, objeto con énfasis emplear ‘alverjilla’ en lugar de ‘arveja’ o ‘guisante’ al referirse a los experimentos realizados por Mendel a mediados del siglo XIX en la gragea firmada por Alejandro Curino en el mismo número. El término alverjilla podría usarse para plantas como Lathyrus odoratus (alverjilla de olor) o Vicia angustifolia; confunde si se lo utiliza para la arveja común comestible (Pisum sativum) con la que Mendel realizó sus experimentos.
Martín Roubicek
Mar del Plata

Los editores agradecen el reconocimiento del doctor Roubicek y sus interesantes reflexiones idiomáticas. Estas posiblemente resalten una importante diferencia entre la terminología científica y el lenguaje cotidiano, incluso el literario y el habla culta. El primero procura ser rigurosamente racional y rechaza cualquier incongruencia; los segundos están plagados de estas e incorporan adicionales con cada innovación. El primero es producto de la labor de órganos supremos con función normativa, sean organismos ad hoc o las asociaciones internacionales de cada disciplina; los segundos resultan de las iniciativas individuales de una multitud de hablantes. Las academias de la lengua recomiendan, pero no legislan. ‘Alverjilla’ es diminutivo de ‘alverja’, palabra que nació como antigua metátesis (transposición de letras), posiblemente por influencia árabe, de ‘arveja’ y, aunque en España haya desaparecido o quedado relegada al habla de ancianos en pueblos remotos, conservó cierta vigencia en Hispanoamérica.

Los editores


Mapa incomprensible
Con relación al mapa de las páginas 14 y 15 del número 164, me permito señalar que, más allá de la importancia de la información que trata de comunicar, no cumple con ninguna de las premisas de claridad que se esperan de una representación gráfica: es un mapa confuso, que exige un largo rato para entender las claves de su comprensión (si es que se llega a hacerlo antes de perder la paciencia). Salvo eso, muy bueno el número.
Carlos Reboratti
Buenos Aires


Lector disconforme
Me ha parecido totalmente tendencioso el artículo de Carlos Gervasoni ‘Democracia y autoritarismo en las provincias argentinas’, aparecido en el número 164. Me gustaría conocer qué opina el autor de las prácticas autoritarias del actual gobierno de Jujuy. Critica en su cierre el autoritarismo de las presidencias de Menem y Kirchner, e ignora olímpicamente las tremendas arbitrariedades del presidente actual.
Alfredo Morandini
Buenos Aires


Prácticas antirrepublicanas
A la luz de la reciente elección de Gildo Insfrán como gobernador de Formosa por séptima vez consecutiva, merece relectura el artículo ‘Democracia y autoritarismo en las provincias argentinas’ del número 164 de Ciencia Hoy. Merecen también reflexión la posibilidad de poner límites por vías legales a las prácticas antirrepublicanas descriptas en el artículo e implantadas con evidente maestría por Insfrán, y la elección de posibles caminos para lograrlo. ¿Acaso el artículo 5° de la Constitución nacional no prescribe que las constituciones provinciales deban amoldarse al ‘sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías’ de la norma máxima de la nación?
Clotilde Bogado
Posadas


La tabla periódica
Muy buena la reproducción con tipografía moderna de la tabla original de Mendeléiev de 1869 publicada en el número 165. Otro punto de interés es la isla de estabilidad que Seaborg profetizó para el elemento 114 sobre la base de la relación entre protones y neutrones. Cuando décadas después se lo sintetizó, pudo verse que la tal isla no existía. Actualmente, como bien muestra el gráfico de la página 45, se supone que aparecería alrededor del elemento 125. ¿Qué diría Asimov?
En cuanto a la propuesta de 1973 de la comisión de nomenclatura inorgánica de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) sobre el uso de un sistema numérico tanto para los nombres como para los símbolos para los elementos con número atómico superior a 100, hubo una anterior que usaba abreviaturas como ‘zed’ para cero, que la comisión aprobó por cinco votos contra cuatro (entre estos, el mío), pero que la división de química inorgánica de la IUPAC rechazó en razón del resultado dividido. Vuelto el asunto a la comisión, se acordó una nomenclatura aceptada por todos sus miembros, que sí convalidó la división. La comisión dejó establecido que se trataba de nomenclatura provisoria hasta que cualquiera de los elementos fuera sintetizado y su descubridor ejerciera el derecho de asignarle el nombre según las reglas clásicas. Contrariamente a lo que se afirma en el artículo de Alejandro Olivieri, la nomenclatura provisoria tuvo buena recepción y fue usada en la literatura y la enseñanza.
Luis F Bertello
Ex miembro de la comisión de nomenclatura y de la división de química inorgánica de la IUPAC

Comenta el autor Olivieri: Isaac Asimov consideró la isla de la estabilidad en su libro Luces en el cielo, en el que aceptó las predicciones teóricas de la época sobre su ubicación. Mediante argumentos similares a los de Mendeléiev, se limitó a predecir las propiedades de elementos desconocidos. Estimo que disfrutaría de los descubrimientos y las predicciones actuales sobre la existencia y posición de la isla de la estabilidad, y si volviera a referirse al tema, lo haría con su habitual sabiduría y humor. Como bien indica el firmante de la carta, la nomenclatura de los elementos pesados no parece ser cuestión cerrada. He encontrado tablas periódicas con mezclas de nombres sistemáticos y comunes. Quizá porque siguen la tradición, prefiero estos últimos, sin desconocer la utilidad pedagógica de la nomenclatura sistemática.

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