Demoliendo reglas
Si planteo la siguiente secuencia numérica:
2, 4, 8, 16, …
y luego pregunto qué número cree usted que continúa, es muy probable que la respuesta sea 32. Y esto tiene sentido porque en nuestra mente determinamos una regla que están cumpliendo los números dados: cada uno que aparece es el doble del anterior. Pero ¿es esta la única regla que cumplen? ¿No habrá otra regla a la que se ajusten estos números y, por lo tanto, haya otro posible candidato para ser el siguiente? Más aún, dado cualquier candidato para ocupar la quinta posición, ¿habrá una regla a la que se ajusten todos los números de la nueva lista?
Lo anterior tiene que ver con la paradoja de Wittgenstein, la cual enuncia que una regla no puede determinar ningún curso de acción porque todo curso de acción puede hacerse concordar con la regla.
Si bien de esto se puede desprender un amplio debate filosófico, solamente me atrevo a hablar sobre su relación con una lista finita de números como la del inicio. Esto es algo que sabe explicar muy bien el escritor y matemático Guillermo Martínez, autor de Crímenes imperceptibles, entre otras obras. Guillermo se refirió a este tema en...
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