El Estudio de los mamíferos fósiles en la Argentina

Relato de las circunstancias, de las personas e instituciones que intervinieron en el estudio de los mamíferos fósiles en la Argentina, desde los primeros descubrimientos, en el siglo XIX, hasta la actualidad.

El importante desarrollo que alcanzó en la Argentina el estudio de los mamíferos fósiles, la paleomastozoología, está relacionado con la abundancia de sus yacímientos, que abarcan temporalmente a la mayor parte de la evolución de estos vertebrados.

Sclerocalyptus (reconstrucción) Museo de La Plata
Sclerocalyptus (reconstrucción)
Museo de La Plata

Los primeros descubrimientos

Entre los primeros restos de mamíferos fósiles descubiertos en nuestro país se encuentran aquellos que fueron atribuidos a una raza de humanos gigantes. Así, en la segunda mitad del siglo XVI, fray Reginaldo de Lizárraga observó “…una muela de un gigante” procedente de Córdoba. Otro hallazgo de restos de supuestos gigantes había realizado el capitán Esteban Álvarez del Fierro en el pago de Arrecifes. En enero de 1766 se dirigía por nota al alcalde de Buenos Aires haciéndole saber del descubrimiento y solicitándole el envío de varias personas entendidas con el fin de que reuniesen ese material, por sospechar que los huesos podrían haber sido de “racionales”, esto es, de seres humanos. Poco después arribaron a Arrecifes los enviados del alcalde y procedieron a extraer los restos óseos del “sepulcro o sepultura”. Estos, luego, fueron llevados a Buenos Aires para embarcarlos con destino a España. Previamente a su embarco fueron examinados por tres cirujanos, y uno de ellos, llamado Matías Grimau, opinó bajo juramento que eran de humanos. Una vez en España, los académicos de la Real Academia de la Historia dictaminaron que los huesos no eran de “racionales”, y que probablemente pertenecían a algún animal “parecido al elefante”. El dictamen de los académicos españoles no era erróneo, ya que los restos en cuestión pertenecían a mastodontes, parientes extintos de los elefantes cuyos enormes molares se asemejan someramente a los humanos.

Gliptodonte Museo de La Plata
Gliptodonte Museo de La Plata

El primer descubrimiento de restos de un gliptodonte -pariente de los armadillos provisto de un grueso caparazón rígido- lo realizó el jesuita inglés Thomas Falkner en 1760, a orillas del río Carcarañá, en la provincia de Santa Fe. En 1787, el fraile dominico Manuel Torres desenterró de las barrancas del río Luján los restos óseos de un megaterio, un gigantesco animal extinguido emparentado con los perezosos. Obtenido el apoyo para la gestión respectiva del virrey marqués de Loreto, el esqueleto fue remitido a España, con una extensa nota del virrey, el 2 de marzo de 1788. Fue tal el interés que despertó este enorme esqueleto de cerca de cinco metros de largo, que el rey Carlos III reclamó el envío de un ejemplar vivo, o en su defecto desecado y relleno de paja. Reconstruido en el Real Gabinete de Historia Natural de Madrid, el fósil fue estudiado por el naturalista francés Georges Cuvier en 1796. De esta forma, el Megatherium americanum -como denominó Cuvier a este gigante de las pampas- se convirtió en el primer vertebrado fósil del Nuevo Mundo conocido por la ciencia. El esqueleto de este megaterio se conserva actualmente en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, siendo el primer vertebrado fósil montado para fines de exhibición.

Eduardo Tonni

Eduardo Tonni

Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional La Plata, Comisión de Investig. Científicas de la Pcia de Bs As
Ricardo C. Pascuali

Ricardo C. Pascuali

Universidad CAECE. Departamento de Biología

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