La Diversidad Briológica (o sobre cómo y por qué proteger los musgos)

Los musgos, que a veces constituyen ambientes únicos, como los turbales, están amenazados por la acción del hombre. Por qué la diversidad de los pequeños organismos vegetales merece conocerse, evaluarse y protegerse.

Las briofitas constituyen el segundo grupo más grandes de las plantas terrestres, después de las plantas superiores, y comprende unas 14.000 especies conocidas. La turba está constituida por restos vegetales, principalmente de briofitas (o musgos). La detrucción de los turbales por las actividades humanas pone en peligro un ecosistema único, del cual depende una riquísima biodiversidad.

El drástico deterioro de los ecosistemas naturales, junto a la fragmentación y degradación de los mas importantes hábitats biológicos, han llevado a una enorme pérdida en la riqueza de especies y en la diversidad genética de las plantas, tanto en la Argentina como en el resto del mundo.

A pesar del conocimiento incompleto de la diversidad vegetal en la Argentina -especialmente de las plantas inferiores o “microdiversidad vegetal”- y de su riqueza inobjetable en muchos ecosistemas terrestres subtropicales, templados y templado-fríos, se necesitan de acciones inmediatas para evitar la pérdida de todos sus beneficios conocidos y potenciales para el sistema natural, para nuestro provecho y el de otras generaciones. De no mediar tales acciones, esa gran riqueza podría extinguirse antes de que podamos conocerla y utilizarla de modo sustentable. Las decisiones para conservar la diversidad biológica dependen, en última instancia, de un gran número de consideraciones politicas, éticas y culturales. Sin embargo, la información científica básica es un punto de partida esencial para evaluar las decisiones alternativas. En el contexto del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD, véase “La Biodiversidad en los umbrales del siglo XXI, CIENCIA HOY 36: 34-40, 1996), no se hace referencia explícita a la microdiversidad biológica en general. No obstante, en las tres sucesivas Conferencias de las Partes (Bahamas 1994, Yakarta 1995, Buenos Aires 1996), reuniones del CBD en las que se discutió la implementación del Convenio, se ha avanzado bastante en este aspecto. En los informes de conservación de bosques, ahora al menos se menciona “la biodiversidad integral de los bosques”, implicando la consideración de la microdiversidad -flora y fauna- boscosa, además de los árboles.

En la microdiversidad vegetal se estudia tanto la diversidad de las algas, hongos y líquenes, como la de los musgos (o briofitas).

INTRODUCCIÓN

Las briofitas constituyen el segundo grupo más grande de plantas terrestres, después de las plantas superiores, y comprende unas 14.000 especies conocidas. Se dividen en dos grupos principales: los musgos y las hepáticas (derivado de hepaticus, “hepático”, pues la forma de algunas de ellas recuerda al hígado de los mamíferos). Se caracterizan por la alternancia de dos generaciones, una dominante, fotosintética y otra que produce esporas, reducida y parásita de la primera. Constituyen un grupo de organismos muy antiguo: el fósil más viejo conocido data de unos 400 millones de años. Por lo tanto, son mucho más antiguos que los árboles, que datan de unos 70 millones de años. Viven en una gran diversidad de hábitats y la mayoría de los conservacionistas y especialistas del grupo son conscientes de que las briofitas también merecen ser conocidas, protegidas y tratadas como un recurso natural. Por eso es alarmante comprobar que casi no se ha hecho explícitamente nada para impedir su deterioro en un contexto global y, menos aún, en términos de conservación práctica.

EL ROL ECOLÓGICO DE LAS BRIOFITAS

Las briofitas forman un alto porcentaje de la vegetación en muchos tipos de bosques naturales, humedales, turbales, montañas y en ecosistemas de tundra. Además, contribuyen por sí mismas a aumentar la estabilidad del suelo. Son mucho más abundantes en sitios con gran humedad ambiente y baja evaporación. En ambientes húmedos, su biomasa fotosintética activa -partes verdes- es superior al de todas las otras plantas juntas. Tienen una enorme capacidad para la retención de agua y por tanto, son activas creadoras de la humedad ambiental.

Sphagnum magellanicum, la especie de musgo más abundante en los turbales fueguinos.
Sphagnum magellanicum, la especie de musgo más abundante en los turbales fueguinos.

La enorme capacidad de retención de agua de los turbales se debe a las propiedades absorbentes del musgo Sphagnum La importancia de estos turbales en tierras altas trasciende su propia dimensión. Si estos turbales se destruyen, la perturbación hidrológica local puede resultar catastrófica. En los bosques templados y templado-fríos, las briofitas también contribuyen a la formación de extensas comunidades en el suelo y sobre los árboles. Asimismo, su rol es muy significativo para el funcionamiento del ecosistema, ya sea como agentes activos de retención de agua, colonizadores y estabilizadores del suelo. En áreas antárticas y subantárticas, las briofitas contribuyen al mantenimiento del suelo. Los musgos son, a menudo, los primeros habitantes de suelos expuestos, rocas desnudas y otras superficies.

TURBA

La turba está constituida por restos vegetales, principalmente de musgos del género Sphagnum y de algunas gramíneas, acumulados y comprimidos. Los turbales cubren el 1% de la superficie de la Tierra y su formación tomó largo tiempo. Por ejemplo, un depósito de 1,5m de profundidad se constituyó nada menos que en 6000 años. Muchos de estos turbales de áreas templadas y subantárticas son explotados comercialmente.

Vista de un turbal virgen en el centro de la provincia de Tierra del Fuego
Vista de un turbal virgen en el centro de la provincia de Tierra del Fuego

Es muy importante no modificar los turbales vírgenes, ricos en briofitas, ya que las actividades humanas, tales como el drenaje, explotación, fertilización y cultivo de aquellos, aumentan la emisión de carbono, por el incremento de la actividad microbiológica. Las briofitas son también fundamentales para la captura y ciclo de los nutrientes. El nitrógeno resulta, generalmente, un factor limitante para el desarrollo de la vegetación, por la incapacidad de ella de utilizar el nitrógeno atmosférico. Muchos musgos son substratos adecuados para un gran número de algas azules (o cianobacterias), las que toman el nitrógeno del aire y lo transforman en compuestos nitrosos sólidos, utilizables por las plantas superiores. Por fin, las briofitas son asiento obligado para muchísimos invertebrados y también para algunos vertebrados, como batracios y aves. Son el ámbito de una gran cantidad de insectos, arácnidos, miriápodos y gusanos terrestres. Su supervivencia depende de la presencia de las briofitas.

VALOR ECONÓMICO

La turba blanca (del musgo Sphagnum) se emplea, principalmente, como combustible y aditivo de suelos. Este musgo ha sido explotado comercialmente por más de 150 años. Además, el uso de la turba como combustible ha aumentado en muchos paises por la crisis energética. La industria de la turba depende de la producción del musgo Sphagnum. Este tiene propiedades que lo hacen adecuado para acondicionar suelos, como asiento para cultivo de otras plantas, entre otros usos. Es capaz de retener hasta 20 veces su peso en agua. La suavidad de sus fibras lo hacen útil como material de embalaje, para transporte de vegetales frescos, frutas, flores, etc. El musgo Sphagnum ha sido efectivamente usado como agente para filtración y tratamiento de aguas servidas y efluentes de industrias con descargas ácidas y tóxicas, con alto contenido de metales pesados y substancias orgánicas, tales como aceites, detergentes o tinturas.

USOS MEDICINALES

El análisis químico de muchas briofitas reveló que poseen propiedades antibióticas y antitumorales. Extractos de muchas especies de musgos que contienen compuestos fenólicos -substancias derivadas, principalmente, de los pigmentos vegetales- han demostrado ser inhibidores del crecimiento de hongos patógenos y bacterias. La turba de Sphagnum seca se utilizó por muchos años, como reemplazo del algodón en tratamiento de heridas pues posee una mayor capacidad de absorción que el algodón y además porque contiene substancias antibióticas activas. Recientes investigaciones sobre el efecto de los extractos concentrados de varias familias de briofitas, demostraron tener positivos resultados antítumorales en animales de laboratorio.

INDICADORES DE POLUCIÓN

La ausencia, en las briofitas, de una cutícula protectora de los tejidos las hace muy sensibles como indicadoras de la presencia de diversos agentes de polución del aire y del agua. La sensibilidad de las briofitas a la polución es mayor en las especies que crecen sobre los árboles o epifitas, resulta menor en las saxícolas -las que crecen sobre rocas- y aún menor en las formas que crecen sobre el suelo o terrícolas. Esta sensibilidad de las briofitas ha sido especialmente investigada para los gases tóxicos del aire. También son aptas para concentrar metales pesados en grandes cantidades, como zinc, plomo, hierro, cobre, níquel, cadmio, entre otros. Se ha demostrado que los céspedes de musgos, por ejemplo en Rusia y Japón, tienen una alta capacidad para retener agentes radiactivos del aire (Cesio, Zirconio).

AMENAZAS ACTUALES SOBRE LAS BRIOFITAS

La degradación general del ambiente y la pérdida de los hábitats briológicos tienen múltiples causas, algunas naturales, otras, la mayoría, por acción del hombre. Determinadas amenazas son locales, otras afectan a grandes regiones.

Aspecto de labores de extracción y secado de turba en Tierra del Fuego
Aspecto de labores de extracción y secado de turba en Tierra del Fuego

Por fin, ciertas especies resultan más afectadas que otras. Como consecuencia, las regiones con hábitats con especies altamente sensibles al impacto humano, son las más amenazadas y necesitan de medidas urgentes de protección. En principio, las briofitas están amenazadas por dos tipos principales de causas, la completa destrucción del hábitat o su degradación. La destrucción es provocada por la deforestación, el uso de la tierra por urbanización, construcción de caminos, represas, diques y otras obras, además de la explotación de turbales y epifitas para usos hortícolas. La degradación del hábitat incluye el raleo del bosque, drenaje de los humedales, sobrepastoreo, etc. Esto conduce a un cambio de las condiciones del aire y el suelo, con la consecuente transformación no deseada en la vegetación. Como una cadena sinfín, en esas áreas se desarrollan especies invasoras o introducidas. Estas terminan sofocando lo que resta de la vegetación autóctona, que luego se extingue. El creciente uso de la tierra para cultivos, los caminos y la urbanización empobrecen la diversidad briológica, a causa de la fragmentación de los hábitats. Las remanentes islas de vegetación natural quedan separadas y tanto la dispersión como la reproducción de las especies se ven altamente amenazadas. Consecuentemente, se restringe su área de distribución, se limita el intercambio genético y, por último, desaparecen. Este aspecto es de importancia crucial cuando se definen nuevas áreas protegidas.

PANORAMA LOCAL

Los tipos de vegetación de nuestro país son muchos y diversos, por la variación climática y latitudinal. Además, la vegetación natural se conserva en áreas relativamente grandes y continuas, en especial, en sitios inaccesibles. Una buena parte de la diversidad briológica está un tanto protegida, incidentalmente, dentro del sistema de Parques y Reservas Nacionales, Provinciales, los sitios protegidos por la Convención Ramsar -convenio internacional para la protección de los humedales-, las Reservas de la Biosfera y algunas pocas reservas privadas. No obstante, el conocimiento de la diversidad briológica es poco e incompleto. Se calcula que conocemos sólo un 40% de su riqueza en especies. Asimismo, un 30% de ella vive en áreas australes, con importantes microhábitats únicos en la región. El centro y norte del país son áreas escasamente inventariadas y, por ser áreas subtropicales y tropicales, contienen una riqueza briológica mucho mayor que las regiones australes. Sin embargo, donde los ecosistemas y hábitats están degradados o altamente perturbados, también las briofitas y muchos otros vegetales superiores e inferiores (algas, hongos y líquenes) aún sin inventariar, son vulnerables, están amenazados y, seguramente, desaparecerán antes de que los conozcamos.

HÁBITAT CRÍTICO

Unos 400 kilómetros cuadrados de la provincia de Tierra del Fuego, concentran la mayor riqueza de turbales de Sphagnum del Hemisferio Sur, con un alto numero de especies que no viven en otras regiones (O especies endémicas). La distribución de los turbales sigue la distribución de los bosques de lenga -Nothofagus pumilio, un árbol de hojas caducas muy apreciado para su uso en carpintería- que es una linea aproximada de NO a SE de la Isla Grande de Tierra del Fuego. En el centro de la Isla se desarrollan los turbales más extensos, como los de Rancho Hambre, Laguna Victoria, Laguna Blanca, Tierra Mayor y dentro del área protegida del Parque nacional Tierra del Fuego, el de Laguna Negra.

Estos turbales que son humedales especiales- constituyen ecosistemas únicos, pues albergan una riquísima microdiversidad no sólo briológica, sino también de otros microorganismos, sólo similares a los turbales que continúan en el territorio chileno de Magallanes y otros menores en el norte de la Patagonia.

Un "colchón" da musgos en el suelo de un bosque siempre-verde, que sirve para el desarrollo de otras plantas herbáceas (helechos) y arbóreas (canelo).
Un “colchón” da musgos en el suelo de un bosque siempre-verde, que sirve
para el desarrollo de otras plantas herbáceas (helechos) y arbóreas (canelo).

Desde hace unos 20 años, los turbales fueguinos son explotados comercialmente, para uso en jardinería y horticultura, por métodos todavía primitivos. En la actualidad, sabemos que se explotan entre tres y cuatro turbales. También, se realizan gestiones para la adjudicación de algunos más, junto con el bosque vecino. Estas actividades comerciales alteran profundamente el hábitat natural y lo destruyen, no sólo por la extracción de la turba, sino también por las actividades derivadas de la sobrecírculación de gentes, equipos, transportes y la consecuente degradación del bosque circundante. Informaciones recientes advierten sobre la fragmentación del gran turbal de Tierra Mayor (río Lasifashaj) y sobre el inicio de una intensa y devastadora acción de prospección minera en varias zonas de la isla.

Estos ecosistemas fueguinos son considerados por los especialistas como de alto riesgo de desaparición y, de no mediar un uso racional, el recurso aprovechable se extinguirá. Por ese motivo, lo hemos destacado como un hábitat en situación crítica en términos de conservación.

PRIORIDADES REGIONALES PARA LA PROTECCIÓN DE LA DIVERSIDAD BRIOLÓGICA

El panorama descripto localmente se extiende, de igual modo, a todo el Cono Sur sudamericano, donde la situación estan crítica como la nuestra. Si a ese estado, agregamos el escasísimo número de profesionales para investigación y monitoreo de la microdiversidad vegetal en la región, podemos advertir cuál será el futuro de esta riquísima flora. Para lograr un rápido diagnóstico del estado de conservación de la diversidad briológica de toda la región, realizar su inventario y monitoreo, como también, asegurar el uso de sus recursos potenciales y conocidos se proponen, a continuación, algunas acciones prioritarias.

Talud naturalmente erosionado, colonizado por tapices de musgos, hepaticas, liquenes  y pequeñas herbaceas (Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz).
Talud naturalmente erosionado, colonizado por tapices de musgos, hepaticas, liquenes
y pequeñas herbaceas (Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz).

1) Financiamiento de programas de inventario de la microdiversidad, que propendan al conocimiento más completo de la riqueza de especies, su distribución, abundancia, substratos, usos, aplicaciones y monitoreos de larga duración.
2) Estimular el desarrollo del potencial de medios humanos existente para la investigación y la formación de nuevos profesionales.
3) Dar prioridad a la creación y al crecimiento de áreas protegidas, semiprotegidas, sitios Ramsar, etc. Conjuntamente, debe considerarse el desarrollo de tareas de inventarío en extensas áreas llamadas “terra incogníta”, sitios biológicamente poco conocidos, muy amenazados, con alta diversidad, alto número de especies endémicas y únicos en la región. Entre ellos: los turbales de Sphagnum de Tierra del Fuego, junto con las áreas de lenga circundantes; los últimos restos del bosque alto de aliso en el NO de Tucumán; el ángulo S-SE de la provincia de Misiones, con la región de los helechos arborescentes; las áreas remanentes de los bosques de quebracho colorado y algarrobo del Chaco argentino, etc.
4) Promover y estimular el crecimiento y desarrollo de los depósitos “ex-situ” de la diversidad vegetal nacional, tanto viva (jardines botánicos) como muerta (herbarios). Ellos han sido ignorados y abandonados por largos años por considerárselos actividades no redituables. En un futuro no muy lejano, ¿no serán esos los únicos lugares donde podremos conocer la vegetación autóctona?

¿NUEVO SITIO RAMSAR?

Para promover el uso sustentable de la región fueguina, es urgente que las autoridades públicas competentes impongan medidas de control y monitoreo sobre las áreas adjudicadas o por adjudicar para explotación de turba o bosques, a fin de restringir la extensión devastada y especialmente, determinar el manejo futuro de las zonas afectadas. Conviene recordar que la Convención Ramsar -para la protección de los humedales de importancia internacional- incluye a los turbales en su clasificación de áreas semiprotegidas potenciales, bajo el código U, como “turbales no arbolados”. Esta Convención -suscripta por la Argentina en 1992- está abierta a nuevas propuestas proteccionistas bajo condiciones acordadas por las partes. Creemos que los turbales fueguinos merecen nuestro reconocimiento como humedales de interés internacional. El uso racional de los recursos, que impide su agotamiento, así como la restauración y rehabilitación de áreas ya degradadas son de gran importancia para la población local y toda la vida silvestre que dependen de ellos.

Esta nota está parcialmente basada en el Action Plan for Bryophytes para la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), que está siendo elaborado por la Species Survival Commission for Bryophyres, de la cual la autora es miembro activo, desde 1991.

Lecturas Sugeridas

ANDO, H. & A. MATSUO, 1984. Applied Bryology. En: Schultze-Motel, W. (ed.). Advances in Bryology 2: 133-224.

DAVIS, S. D, V. H. HEYWOOD, O. HERRERA-MACBRYDE, J. VILLA-LOBOS & A. C. HAMILTON., (eds.). 1997. Centres of Plant Diversity: A Guide and Strategy for their Conservation. the Americas. 576 pp. WWF & IUCN, London.

FRAZIER, 5, 1996. Visión general de los Sitios Ramsar en el mundo. 1-VI, 1-58. Wetlands International, Oxford, U.K.

GAMUNDI, I. J. & C. M. MATTERI, 1998. “La problemática de la conservación en las. Criptógamas. Avasculares.” Monogr. in Syst. Bot. Miss. Bot. Garden (en prensa).

GRADSTEIN, S. R., 1992. “The vanishing tropical rain forest as an environment for bryophytes and . Iichens.” En Bates, J. W. and A. Farmer (eds.), Bryophytes and Lichens in a changing .Environment. Clarendon Press, Oxford, PP. 232-256.

MATTERI, C. M., 1985. “Current State of Latin American Bryology”. Journ. Hattori Bot. Lab. 59: 481-486.

Systematics Agenda 2000: Charting the Biosphere, Technical Report, 1994. Produced by Syst. Agenda 2000.34 PP., New York.

WCMC, 1992. Global Biodiversity, Status of the Earth’s Living Resources. London.

Celina M. Matteri

Celina M. Matteri

Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (CONICET) de la Universidad de Murcia. España

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