Inicio Volumen 31 Número 186 La Hypnerotomachia Poliphili y los sueños en el Renacimiento

La Hypnerotomachia Poliphili y los sueños en el Renacimiento

La conexión entre los movimientos del alma y el reposo del cuerpo ha sido objeto de extensas reflexiones en el Renacimiento. El humanista valenciano Luis Vives (1493- 1540) en su Tratado sobre el alma (De anima et vita, Basilea, 1538) escribe que quitan el sueño los afectos ardientes (la ira, el amor y el deseo), mientras que los fríos (el miedo y la tristeza) incitan a él, remitiendo a un pasaje del Evangelio de Lucas: ‘Habiendo llegado a donde estaban sus discípulos, los halló dormidos de tristeza’. En Saturno y la melancolía, Klibansky, Panofsky y Saxl recorrieron los vínculos establecidos entre esta disposición del espíritu y la teoría médica de los cuatro humores, que Galeno, Hipócrates y sus seguidores medievales y renacentistas hicieron objeto central de sus reflexiones sobre los diferentes tipos de sueños.

En una época de gran incertidumbre religiosa, motivado por otro afecto (el miedo), Durero pintó por primera vez la borrosa fisonomía de un sueño apocalíptico que tuvo en la noche del 7 al 8 de junio de 1525. El grabador y pintor alemán así describió su sueño: ‘Tuve la visión de unas grandes masas de agua que caían poderosamente de los cielos, las primeras de las cuales...

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Doctora en letras, UBA. Jefa de trabajos prácticos de Literatura Europea del Renacimiento, FFyL-UBA. Investigadora asistente de Conicet.