La langosta invertida. Apuntes sobre evolución y desarrollo animal

La genética molecular del desarrollo reabre un antiguo debate sobre la disposición dorsoventral de los órganos en artrópodos y vertebrados.

A partir de información genética semejante se originan diferentes características en distintos animales. Ello arroja nueva luz sobre un debate muy antiguo en zoología: la organización dorsoventral invertida de los artrópodos y los vertebrados.

El gran debate

París, 1830. Una revolución destierra a un autócrata y pone en su lugar a un rey-ciudadano, que enviará a sus hijos a una escuela pública. En una imprenta se termina de encuadernar Rojo y Negro, de Stendhal, y Delacroix comienza a trabajar en “La libertad guiando al pueblo”. También las ciencias naturales están en efervescencia. En los salones de la Academia de Ciencias tiene lugar un debate histórico sobre la naturaleza de los animales que será calificado por el embriólogo Scott F. Gilbert como “una de los más calientes y críticas confrontaciones en biología”. Los protagonistas: Georges Leopold Cuvier (1769-1832) y Étienne Geoffroy Saint-Hilaire (1772-1844).

La especialidad de Cuvier fue el estudio de la anatomía de diferentes animales vivos y fósiles. De hecho, Isaac Asimov lo considera fundador de la anatomía comparada y la paleontología. Además, expandió el sistema de clasificación de Linnaeus (ver recuadro “La sistemática”) a los fósiles, creó el concepto de phylum (en plural, phyla) para designar a los grandes grupos de animales y fue un precursor del estudio de las relaciones entre estructura y función. Geoffroy Saint-Hilaire, por sus trabajos en teratología, puede ser considerado como uno de los precursores de la embriología moderna. Además, era un simpatizante de las consignas de la revolución de 1789 y, a diferencia de su devoto colega, era evolucionista. Opinaba que la influencia directa del medio exterior era la causa de la aparición de nuevas formas animales.

El debate versó acerca de la posibilidad de encontrar un plan común de organización entre animales tan diversos como un lagarto, una mosca, una almeja o una estrella de mar. Cuvier ponía énfasis sobre las diferencias que existen entre los grandes grupos de animales, tanto desde el punto de vista de la anatomía como de la embriología, destacando que las similitudes aparentes se debían a una identidad de funciones. Geoffroy Saint-Hilaire, por su parte, ponía énfasis en las similitudes entre la organización de distintos animales, que consideraba basada en similares principios. Una instancia clave que debía afrontar su teoría era la comparación entre los artrópodos (insectos, cangrejos, langostas) y los vertebrados. En efecto, cuando se analiza la distribución de los órganos internos de ambos tipos de organismos en una secuencia dorsoventral (ver figura 1a y 1b), se observa que en los artrópodos el orden es sistema circulatorio (específicamente el corazón), sistema digestivo y sistema nervioso, mientras que en los vertebrados es a la inversa, con el sistema nervioso en posición dorsal y el circulatorio, ventral. Geoffroy Saint-Hilaire había encontrado en 1822 una solución a esta cuestión, proponiendo que una langosta no era más que un vertebrado dado vuelta (o “patas para arriba”, ver figura 1). El famoso biólogo inglés J. Maynard Smith escribió al respecto: “Yo recuerdo que esto me fue relatado cuando yo era un estudiante, como una ilustración de cuán estúpidos podían ser los científicos del pasado (particularmente si eran franceses)”. Sin la última consideración nacionalista, quien escribe estas líneas guarda un similar recuerdo de la primera noticia que tuvo acerca de este sabio francés, cuando era un novel estudiante de biología en la Universidad de Buenos Aires.

Eduardo Spivak

Eduardo Spivak

Doctor en ciencias biológicas, UBA. Investigador principal del Conicet.
Profesor titular, departamento de Biología, FCEYN, Universidad Nacional de Mar del Plata.
[email protected]

Artículos relacionados