Los desafíos de la Educación

El 85% de los padres se manifiesta satisfecho con la educación que reciben sus hijos. Sin embargo todas las evaluaciones realizadas desde 1993 han demostrado que, tanto al concluir la primaria como el colegio medio, los estudiantes tienen serias dificultades para comprender la lengua y para expresarse, así como para manejar conceptos matemáticos simples.

A principios del siglo XX, la Argentina confiaba en poder alcanzar en poco tiempo el nivel educativo de Europa o de los Estados Unidos y se encaminaba, en efecto, a hacerlo. A fines del mismo siglo, mientras algunos creen ingenuamente haber llegado muy cerca de tales niveles, el país no solo se encuentra más lejos de ellos que entonces: todo indica que se está encaminando en una dirección Muy posiblemente, la crisis educativa en la que nos encontramos inmersos se explique por el hecho de que la cuestión no constituye un motivo real de interés para la sociedad argentina. Si bien en el discurso afirmamos a diario que la educación es nuestra principal preocupación, en los hechos concretos existen abrumadoras evidencias que indican que no monopoliza nuestros desvelos.

Se han realizado numerosas encuestas en las que se pregunta a los padres argentinos cuál es el estado de la educación en el país: el 75% de ellos responde que está mal o muy mal, es decir, demuestran advertir que existe una profunda crisis en la educación argentina. Sin embargo, cuando se explora la satisfacción de esos mismos padres y madres con la educación de sus hijos, el 85% se manifiesta satisfecho. Vale decir: la gente percibe que el problema de la educación solo afecta a los demás; son los otros quienes padecen la crisis, porque los que responden, individualmente, se han salvado de ella. Mientras esta percepción no varíe, es posible anticipar que el estado de la educación continuará empeorando en el país, ante la carencia de la motivación personal y social requerida para modificar una situación con la que, en esencia, todos están conformes.

Una errónea percepción de los escasos logros académicos

Cuando se pregunta a los padres acerca de las razones de su satisfacción con la educación de sus hijos, más de un 70% señala que considera que reciben una buena formación académica, tanto en lengua como en matemática. Advierten como valiosos los logros de sus hijos; sin embargo, todas las evaluaciones nacionales que se han realizado desde 1993 hasta ahora en la Argentina han demostrado que, tanto al concluir la escuela primaria como el ciclo medio, los niños y los jóvenes tienen serias dificultades para comprender la lengua y para expresarse, así como para manejar simples conceptos matemáticos. Esos resultados, confirmados por diversas investigaciones menos ambiciosas, desmienten la satisfacción que los padres muestran con los logros de sus hijos y lo hacen, precisamente, en los mismos campos en los que ellos se muestran conformes.

Guillermo Jaim Etcheverry

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