Entre los muchos seres míticos que pueblan el mundo onírico de Gustave Moreau, aparece con especial frecuencia la figura del unicornio. Asombra verlo acompañando a mujeres sensuales y enjoyadas puesto que, tradicionalmente, era una bestia que simbolizaba pureza y castidad.
Tal vez la necesidad de opuestos, la luz-sombra que fascinó al pintor, determinó la elección de esta dócil y mítica criatura junto a mujeres que expresan lánguida sensualidad en un ámbito paradisíaco. Tal vez lo atrajo la gran carga simbólica del unicornio, que –llegado hasta nosotros con pacífica y clara connotación– fuera una criatura de simbología múltiple, proteica.
¿DE QUÉ SE TRATA?
El unicornio fue una figura muy presente en la cultura antigua y medieval, y siempre tuvo un lugar de privilegio en los bestiarios. Este artículo recorre los orígenes y transformaciones de su imagen simbólica y legendaria.

Diversas mitologías acogieron la figura de este animal: de ordinario, caballo blanco y gallardo con un solo cuerno estriado en la frente, esa imagen...
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