30˚ aniversario

1482
Izquierda: Pablo Penchaszadeh, presidente actual de la Asociación Civil Ciencia Hoy. Derecha: Roberto Perazzo, primer presidente, flanqueado por Pablo Penchaszadeh y Aníbal Gattone.

Versión disponible en PDF.

El 22 de noviembre último, Ciencia Hoy reunió en el Centro Cultural de la Ciencia a colaboradores y amigos para celebrar el 30° aniversario de su fundación y de la aparición del primer número de la revista, en diciembre de 1988. Dedicamos el largo editorial del número 162 –el anterior al presente– a comentar esa trayectoria de treinta años. En este número, en ánimo más jubiloso, transcribimos extractos de algunas opiniones manifestadas entre las muchas notas de adhesión recibidas.

El matemático Juan Tirao, presidente de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, manifestó que es para su institución un placer adherir a los festejos por sentirse la Academia partícipe del esfuerzo de editar una revista de alta calidad de difusión y estímulo de la ciencia y la tecnología, que emite opiniones editoriales de valor para un amplio espectro de lectores de la comunidad científica y de instituciones públicas y privadas.

La entomóloga Analía Lanteri, directora del Museo de La Plata, considera que es ‘un gran logro haber mantenido la calidad y la continuidad de la revista. Gracias a ella muchos investigadores de diferentes ramas de la ciencia hemos conocido un poco más sobre las líneas de trabajo de colegas, nuestros alumnos se han enriquecido y la ciencia argentina se ha hecho más accesible al público’.

El físico brasileño Alberto Passos Guimarães, presidente de nuestro homónimo y modelo de nuestros años iniciales, el Instituto Ciência Hoje, expresó que el trabajo por la ciencia y la educación en la Argentina ‘constituye también una contribución relevante para el desarrollo de nuestro continente. ¡Que tengamos más colaboraciones entre nuestras publicaciones, y buena suerte en los próximos treinta años!’.

Su colega Ennio Candotti, que como integrante entonces de Ciência Hoje fue cofundador de Ciencia Hoy, evocó los pasos iniciales en tiempos en que las comunicaciones se hacían por télex y recordó las dudas que a todos asaltaban sobre la supervivencia de la nueva revista.

El químico Roberto Williams, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Buenos Aires, transmitió las felicitaciones de esa institución por ‘las significativas actividades de divulgación científica y tecnológica realizadas a lo largo de treinta años mediante la revista Ciencia Hoy’.

Eduardo Charreau, también químico y antiguo presidente del Conicet, envió sus ‘felicitaciones a todos los que hicieron posible la existencia de la mejor publicación nacional de divulgación científica’. Su colega profesional e igualmente expresidente del Conicet Roberto Salvarezza, hoy diputado nacional y vicepresidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, expresó que ‘en un momento de incertidumbre sobre el futuro de la ciencia en nuestro país es fundamental que existan medios que difundan los avances logrados en la producción científica y tecnológica y promuevan el interés del público por la ciencia y la cultura’. Y concluyó: ‘Ciencia Hoy se ha convertido así en una revista indispensable’.

El biólogo molecular Alberto Kornblihtt transmitió su visión de Ciencia Hoy, ‘nacida de los científicos para un público general ávido de ciencia y de reflexiones sobre la ciencia y la sociedad, como un baluarte de alta divulgación científica [que pone] un cuidado extremo en el lenguaje y la ilustración. Heredera y hermana de Ciência Hoje, ambas revistas se erigieron en antorchas (y no es un sustantivo irrelevante) contra el oscurantismo’.

El director del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, Pablo Tubaro, consideró que los treinta años de Ciencia Hoy ‘constituyen un logro muy significativo teniendo en cuenta no solo la gran calidad de la revista sino, también, haberlo logrado en el cambiante escenario que ha caracterizado a nuestro país durante décadas. La tarea de divulgación que realiza la revista es muy importante para acercar la ciencia argentina a la sociedad, especialmente a los jóvenes, que son el semillero del futuro’.

Según el matemático Adrián Paenza, ‘para reunirnos, discutir y elaborar estrategias, autoconvocarnos, saber dónde estamos y quiénes somos, los más viejos y los más nuevos, siempre está la revista Ciencia Hoy. ¡Salud y feliz cumpleaños!’.

Eric Bourland, agregado para la ciencia y la tecnología de la Embajada de Francia, recordó las colaboraciones de Ciencia Hoy con su homóloga francesa La Recherche, que permitieron publicar ‘artículos cruzados en la Argentina y en Francia’, entre otros, uno argentino sobre el dinosaurio Patagotitan dado a conocer en Francia, y uno francés sobre el átomo reproducido en la Argentina.

El astrofísico Daniel Gómez, director del Instituto de Astronomía y Física del Espacio, expresó que ‘la astronomía y la astrofísica estuvieron entre los temas cubiertos por la revista desde sus inicios’, y puso de relieve que Ciencia Hoy, ‘durante los treinta años en que supo mantenerse como un recurso imprescindible para la divulgación científica de calidad, permitió que investigadores de las más diversas disciplinas pudieran compartir sus conocimientos y, a su vez, aprender algo de las disciplinas de los demás’.

Luis Quevedo, gerente general de Eudeba, expresó en nombre del directorio de esa institución ‘sus felicitaciones a los editores responsables de la revista, sus deseos de continuidad y progreso en el difícil campo de la edición científica’, e indicó que ‘la tarea de divulgación del conocimiento que viene llevando a cabo Ciencia Hoy a través de sus excelentes publicaciones es una gran contribución no solo al quehacer de la edición, sino también a la ciencia misma’.

Izquierda: Juana Pasquini, que presidió la entidad entre 1994 y 1995. Derecha: Carlos Abeledo, presidente del Conicet cuando se fundó Ciencia Hoy.

Vicente Macagno, de la Facultad de Ciencias Químicas, Universidad Nacional de Córdoba, expresó que ‘es motivo de orgullo compartir momentos como estos con quienes durante todo este tiempo han llevado adelante con tanto éxito la publicación de Ciencia Hoy, ejemplo y soporte para la comunidad científica y para instituciones promotoras de ciencia y tecnología’.

Lino Barañao, Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Nora Bär se refiere a la divulgación científica.

Entre varias otras manifestaciones de apreciación y reconocimiento recibimos las de la Biblioteca y Servicio de Documentación del Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero, de Mar del Plata; del Departamento de Ciencias Exactas y Naturales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP); de Norberto Fazzini, secretario de la Fundación Observatorio Pierre Auger; de Susana Hernández, presidenta de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias; de Mónica Berón, directora del Museo Etnográfico Juan B Ambrosetti (Facultad de Filosofía y Letras, UBA); de Juan Carlos Reboreda, decano y presidente del consejo directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA); de Hugo Maccioni, de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba; de Alejandro Villar, de la Universidad Nacional de Quilmes; de Antonio Lapolla, de la Universidad Nacional de Luján; de Elvira Arrizurieta, del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari (Conicet); de Bruno Geller, de la Fundación Instituto Leloir, y del directorio del Conicet.

Como complemento de lo anterior nos ha parecido oportuno terminar transcribiendo algunos párrafos de las reflexiones del presidente de la asociación civil Ciencia Hoy, Pablo E Penchaszadeh, en el acto mencionado al inicio:

Hemos escuchado muchas loas a la labor realizada por Ciencia Hoy y también hemos oído de las muchas tendencias que, en el mundo, están cambiando las formas de la divulgación científica. Queremos transitar por esos cambios y de esa manera ser mejores y alcanzar a más gente. Sin embargo, nos va a quedar grande hacerlo solos, así que también tomamos el reto de que la unión hace la fuerza en el mejor sentido de la palabra, en el de poder mirar no solamente a través de Ciencia Hoy, pero de que seamos parte de un esquema amplio de respuesta a muchos de los problemas en los que la comunidad científica no se expresa o no se visibiliza.

La comunidad científica como tal se expresa cuando hay conflictos, que últimamente los hay y muchos. No es que antes no los hubiera, pero se exteriorizan de forma importante y en algunos casos sostenida y en otros no tanto. No tan sostenida porque venimos de una gran atomización. En nuestra manera de ver, lo que hoy tenemos aquí en esta sala es una comunidad. Estamos contentos de poder celebrar los treinta años acompañados de esta manera, viendo que de alguna manera Ciencia Hoy tiene una capacidad de convocatoria transgeneracional.

Sentimos que podemos mostrar muchos logros y queremos compartirlos con ustedes. Y los logros que tenemos tienen que ver con la visibilidad. Ayudar a hacer conocer gente que, si no, no comunica lo que hace al resto de la sociedad. Cuando decimos que hay 1500 investigadores que han elegido la revista Ciencia Hoy para divulgar es una aseveración algo capciosa, porque no es que haya muchas revistas posibles. Está Ciencia Hoy y por eso se la reconoce. Tenemos un capital de 1800 artículos de las distintas áreas del conocimiento, ya puesto en términos de divulgación, que nos damos cuenta es muy valioso. Por eso hemos comenzado a codificarlos y a editarlos en volúmenes temáticos, de los cuales ha habido uno en ciencias del mar, otro en ciencias agronómicas, otro en arqueología y antropología. Y así esperamosa seguir con muchos más volúmenes temáticos.

Creemos que Ciencia Hoy ha tenido desde el principio el apoyo de los mejores científicos, cuya tarea continúa con las nuevas generaciones, que se animan también a divulgar, y eso es lo que le ha dado un viso de confiabilidad que no solamente en ciencia sino que, en general, es difícil de obtener. Ese nivel de confianza, de que un investigador le otorgue a una revista la seguridad de que lo va a tratar bien, de que su trabajo va a ser evaluado por pares, de que hay devolución al autor, de que el autor es el que finalmente firma el acuerdo para que ese artículo se publique como se editó, es un trabajo que tal vez no se ve, pero que implica una cadena de confianza muy difícil de construir.

Nosotros, todo este equipo, ha logrado sostenerlo. ¿Quiénes conforman el equipo? Bueno, es un comité editor que puede tener de diez a quince personas; depende del momento, el tiempo, van cambiando, van rotando. Cada vez tratamos de incorporar a más gente joven que integre esos comités editoriales. Nuestra secretaria, Paula Blanco, es nuestra cara visible, que contesta el teléfono, responde los mails, contacta con los pares evaluadores, transmite las opiniones del comité editorial a los autores, cosa que no es fácil, y todo el mundo ha pasado por eso y lo sabe, que hace milagros para dejar a todos contentos.

Además, tenemos nuestros apoyos fundamentales; no hay revista de divulgación científica en el mundo, de nuestra experiencia, que se pueda sostener solamente de la venta o de las suscripciones. Poder producir un número cada dos meses a veces da vértigo. Pero lo sacamos por el compromiso que tiene la comunidad científica. Para que 1500 investigadores puedan haber publicado, quiere decir que hubo 3000 evaluadores. O sea que ya suman 4500 personas involucradas. Los autores depositan en la revista su confianza y también los lectores. Los lectores son una piedra angular fundamental para que este sistema más o menos funcione.

Y por supuesto los apoyos que recibimos y que agradecemos. La Fundación Antorchas fue esencial en el comienzo de la revista. El Conicet ha apoyado con continuidad y últimamente es una de las dos patas, con nosotros, de una aventura conjunta que fue la de crear una revista especial para los chicos. Un viejo anhelo de Ciencia Hoy que en este momento tiene el décimo número en prensa. También lo hacen el Ministerio de Ciencia y Técnica, ahora Secretaría, y el Programa de Mecenazgo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Gracias a todos por haber venido hoy y por acompañarnos. Algunos mandaron adhesiones porque no podían concurrir y otros quisieron, además de asistir, enviarnos algunas palabras. Así que, ¡gracias! En estos tiempos que corren, con pobreza cero y el 1,5% del PBI destinado a la ciencia, la sugerencia es seguir siendo optimistas, imperiosamente. Procuremos, pues, ampliar esta comunidad científica lo más interactiva posible, empeñándonos en lograr hacer que sus palabras, que sus anhelos, que sus necesidades permeabilicen de tal manera a la sociedad, de forma que pueda responder a esas necesidades y nosotros a las urgencias de la sociedad. ¡Mil gracias!