Epidemia

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Hombres cubiertos con trajes especiales combaten un virus proveniente de África cuya mortalidad es del 100%. El virus muta y adquiere la capacidad de contagiarse como si fuera una gripe. Este escenario catastrófico, característico de películas de Hollywood, se vivía en la pantalla grande hace diecinueve años al estrenarse Epidemia.

Fuera de la ficción, en febrero de este año, en la región de Guinea, se registró el primer caso del que sería el mayor brote de ébola en la historia. Este letal patógeno se transmite directamente por fluidos corporales y genera síntomas que van desde fiebres altas hasta hemorragias internas seguidas de muerte en un 75% de los casos. Se cree que los posibles huéspedes naturales son murciélagos y roedores africanos. Los tratamientos que se realizan en los precarios centros de ese continente son de sostén y aislamiento. Por su parte, los médicos también se ocupan de educar a la población para tratar de evitar el contagio y la diseminación del mismo.

El desarrollo de vacunas y tratamientos se encuentra estancado en diferentes fases de los ensayos clínicos debido, principalmente, al escaso financiamiento y a la pobre demanda. Según expertos, hasta el momento el ébola no es considerado un gran problema para la salud pública mundial. Como consecuencia, esto atrae poco financiamiento sea público o privado.

Aun cuando no hay tratamientos aprobados, dada la letalidad de la enfermedad, las terapias que se encuentran en fase de investigación pueden ser utilizadas en humanos infectados, utilizando el mecanismo conocido como uso compasivo. Esto significa que los pacientes pueden tratarse aunque no se hayan terminado todas las fases requeridas para su libre comercialización. Este proceso tiene que ser autorizado por el país de acogida, hecho que, en algunos casos, restringe su aplicación.

Lo urgente para combatir el ébola es la implementación de programas de salud pública. Esta tarea, que parece ser en principio sencilla, se vuelve complicada porque los países de la región se encuentran entre los más pobres del planeta, con altos índices de analfabetismo que dificultan la comunicación acerca de los factores de riesgo y las medidas de control que hay que tomar para impedir el esparcimiento del virus.

Más información en Reardon S, 2014, ‘Ebola treatments caught in limbo’, Nature, 511.

Florencia Malamud

Florencia Malamud

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