Túneles en el espacio y en el tiempo

¿Qué puede decirnos la física actual sobre la posibilidad de construir máquinas que nos permitan alcanzar nuestro propio pasado?

La Teoría General de la Relatividad indica que los cuerpos con masa distorsionan la estructura geométrica del espacio-tiempo. ¿Es posible que esa distorsión sea tan pronunciada como para permitir que partículas materiales lleguen a retroceder en el tiempo? ¿Logrará el ser humano alguna vez desplazarse a través del tiempo visitando el pasado o el futuro? Estos asuntos, que son temas clásicos de la literatura fantástica y de la ciencia ficción, se analizan aquí sobre la base de los conocimientos.

Karl Schwarzschild (1976-1916).
Karl Schwarzschild (1976-1916).

En 1895, al comienzo de su carrera como novelista, el periodista y sociólogo inglés Herbert George Wells (1866-1946) publicó la novela The Time Machine (“La Máquina del Tiempo”), que pronto se transformaría en un clásico de la literatura de ciencia ficción. En ella Wells expresaba: “[El hombre civilizado] puede vencer la gravedad utilizando globos, ¿por qué no le sería entonces posible también detener o acelerar su fluir por la dimensión temporal, o incluso revertirlo y viajar hacia atrás en ella?” Cien años después de la aparición de The Time Machine la humanidad ha vencido a la gravedad no solo mediante globos sino con máquinas que pesan cientos de toneladas. Aviones que alcanzan velocidades supersónicas, satélites artificiales que orbitan la Tierra, sondas espaciales que exploran la superficie de otros planetas y llegan hasta los confines del sistema solar, constituyen ejemplos adicionales del dominio de la naturaleza adquirido desde la época de Wells. ¿Pero qué ha sucedido con la dimensión temporal? ¿Admiten las leyes de la física, tal como se las conoce en el presente, la posibilidad de construir máquinas del tiempo?

La teoría que en principio permite esbozar una respuesta a la pregunta de Wells es la Relatividad General (ver glosario), que fue enunciada por Albert Einstein apenas 20 años después de la publicación de la primera edición de The Time Machine. Einstein postuló, en contra de lo pensado hasta entonces, que la estructura geométrica del espacio y del tiempo no es absoluta sino que está determinada por la distribución de masa y energía existente en el universo. Esto significa que la distancia entre dos puntos del espacio-tiempo es alterada por la presencia de cuerpos masivos o energéticos ( “El espacio-tiempo y las ecuaciones de Einstein”). ¿Pero puede dicha alteración ser suficiente como para que al recorrer una pequeña distancia en un tiempo corto de acuerdo con nuestro reloj podamos alcanzar puntos que están muy alejados, tanto en el espacio como en el tiempo, para otros observadores? ¿Puede suceder que, acaso, el tiempo se distorsione al punto de que podamos alcanzar nuestro pasado?

Luis A. Anchordoqui

Luis A. Anchordoqui

Departamento de Física de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
Diego F. Torres

Diego F. Torres

Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR)
Gustavo E Romero

Gustavo E Romero

Doctor en física, UNLP. Investigador principal del Conicet en el IAR, UNLP-Conicet.
Director del Grupo de Astrofísica Relativista y Radioastronomía del IAR. Profesor titular, Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas, UNLP.
[email protected] http://garra.iar.unlp.edu.ar/
Santiago E. Perez Bergliaffa

Santiago E. Perez Bergliaffa

Department of Physics at Northeastern University (Boston, Massachusetts)

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